Se suele definir a los fósiles vivientes como una especie antigua, tanto animal, como vegetal, que si bien no se ha extinguido, no ha producido especies nuevas. Y se ha mantenido relativamente sin cambios a lo largo de milenios.
Sobre este último punto es importante aclarar que estos animales no han dejado de evolucionar. Todos los organismos, no importa la edad, se han adaptado continuamente a los cambios del entorno. Incluyendo el aumento y la caída de las temperaturas, los cambios en la composición de la atmósfera y otras condiciones. ´
Pero en su mayor parte, estas especies se han asentado en nichos ambientales en los que las formas morfológicas y los modos de comportamiento no han requerido una gran cantidad de ajustes. Estos son los ‘fósiles vivientes‘ más increíbles que pueden encontrarse en la naturaleza.
10 fósiles vivientes
Anguila de la cueva de Palau
Esta anguila fue descubierta en 2012 a 35 metros bajo el agua en la República de Palau (800 km al este de Filipinas, en el Océano Pacífico). Es tan diferente de otras criaturas, que obligó a los biólogos a crear una familia completamente nueva para describirla: la Protoanguilla palau.
Parte de la larga lista de características diferentes que posee este animal con las demás anguilas, son realmente muy primitivas, como tener menos de 90 vértebras, cabeza grande, cuerpo corto y aberturas branquiales semejantes a un collar. 10 fósiles vivientes.
Avispas del higo
En la década de 1920 se descubrió un fósil de 34 millones de años de edad que en un principio fue incorrectamente identificado como el de una hormiga. En 2010 fue re-analizado, revelando su verdadera identidad: era una Agaonidae.
Vulgarmente conocida como “avispa del higo”, este insecto de costumbres singulares apenas ha cambiado desde hace decenas de millones de años. De hecho, las avispas del higo y las higueras que las acogen y de las que dependen han evolucionado juntas por más de 60 millones de años.
Cangrejos de herradura
Los cangrejos de herradura (Limulus polyphemus) son los fósiles vivientes por excelencia. Estas criaturas atávicas, que todavía se pueden encontrar hoy en día en la naturaleza, arrastrándose por los fangos marinos, surgieron por primera vez hace unos 450 millones de años.
Se parecen a los crustáceos, pero son parte del suborden Chelicerata, por lo que están más estrechamente relacionados con los arácnidos. A pesar de sobrevivir a un número de extinciones en masa, su número está disminuyendo debido a la destrucción de su medio ambiente en Japón y a la sobre explotación en la costa este de América del Norte.
Celacantos
Se suponía a los celacantos extintos al mismo tiempo que los dinosaurios, hace 65 millones de años. Pero su “redescubrimiento” se produjo en 1938 frente a las costas de Sudáfrica. Tienen más de 80 millones de años y si bien eran unas 90 especies diferentes, hoy en día solo quedan dos. Son unos de los fósiles vivientes más populares y conocidos.
Los celacantos tienen algunas características únicas que no se ven en ningún otro vertebrado viviente, incluyendo un órgano rostral en el hocico que es parte de su sistema electro-sensor. Y una articulación intracraneal que le permite que la parte anterior del cráneo oscile hacia arriba, ampliando en gran medida apertura bucal.
Cianobacterias
Al igual que muchas otras cepas de bacterias, que son uno de los grupos más exitosos de organismos vivos e incluyen algunas de las primeras formas de vida de la Tierra, las cianobacterias proporcionan los registros más antiguos, ya que datan de “apenas” 3.5 mil millones de años. Lo que las califica innegablemente como Fósiles vivientes.
Cocodrilos
Descendientes de los superdepredadores marinos que hicieron su primera aparición hace unos 55 millones de años, en la actualidad existen muchas especies diferentes. De los cuales, los cocodrilos de agua salada, son los más grandes de todos los reptiles y están entre los mayores depredadores terrestres del mundo.
Ctenóforos
Surgieron por primera vez hace 700 millones de años. Se los clasificó en un principio como vegetarles (ya que contienen iodo), luego se los asoció a las medusas, hasta que finalmente se creó un orden especial que los agrupa. Y evidencia que son fósiles vivientes.
Poseen coloblastos, una especie de filamento pegajoso con el que cazan a sus presas y según los biólogos, aparentemente estos son los animales multicelulares más antiguos conocidos (y no las esponjas de mar, como se creía anteriormente).
Pececillo de plata
El Lepisma saccharina es un insecto del grupo de los tisanuros, cuyos fósiles se remontan a más de 400 millones de años. Tiene fototaxia negativa, por lo que huye de la luz y se le puede encontrar en lugares oscuros y húmedos. No tiene alas y se alimenta de papel, moho y alimentos que contengan almidón.
Tiburón elefante
Los tiburones elefante o Callorhinchus milii, viven en las aguas de Australia y Nueva Zelanda y son miembros de una rama de peces cartilaginosos conocidos como quimeras. Son parientes lejanos de tiburones y rayas. Recientemente, los científicos mapearon el genoma de esta criatura, descubriendo que su ADN apenas cambió en los ultimos 420 millones años. Debido a este nuevo análisis, los tiburones elefantes son los vertebrados más lentos de la historia de la evolución que conocemos y unos verdaderos fósiles vivientes.
Nautilus
Estos moluscos marinos se han mantenido prácticamente sin cambios durante 500 millones de años. Son los únicos cefalópodos vivos (un grupo que incluye pulpos, sepias y calamares) con una estructura ósea exterior con forma de concha.
Curiosamente, están mucho más cerca de los primeros cefalópodos que aparecieron hace 500 millones de años, que de los modernos que surgieron alrededor de 100 millones de años más tarde. Por ello se los considera fósiles vivientes.