En consecuencia, no existe legislación garantista que asegure unos niveles de seguridad, sanidad animal o protección de los animales para los animales salvajes en los circos, y no existe porque la misma ciencia veterinaria confirma que es imposible, que ninguna ley puede garantizarlo, por la propia naturaleza de estos animales y las condiciones propias de la itinerancia.
Ante las declaraciones realizadas el pasado día 7 por el Secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, indicando la posibilidad de blindar la presencia de animales en los circos siguiendo un sistema similar al blindaje ya existente para la tauramaquia como patromonio cultural, desde Infocircos queremos expresar que la prohibición de espectáculos circenses con animales salvajes o su no autorización por parte de casi 400 Ayuntamientos en toda España está justificada y avalada por dos factores:
El organismo oficial veterinario europeo (Federación Veterinaria Europea) que representa a todos los Colegios Oficiales de Veterinarios (incluidos los españoles) indica que la sanidad animal, la seguridad y la protección de los animales son imposibles de garantizar en el caso de animales salvajes en circos en itinerancia y como consecuencia recomienda a todas las autoridades competentes que no se autoricen los espectáculos circenses enlos que participan animales salvajes. Como organismo exclusivamente científico, la FVE no puede legislar, pero sí asesorar y trasladar para que el legislador actúe de forma coherente y consecuente con las evidencias y pruebas científicas, y en este sentido la FVE es contundente.
En consecuencia, no existe legislación garantista que asegure unos niveles de seguridad, sanidad animal o protección de los animales para los animales salvajes en los circos, y no existe porque la misma ciencia veterinaria confirma que es imposible, que ninguna ley puede garantizarlo, por la propia naturaleza de estos animales y las condiciones propias de la itinerancia.
Desde Infocircos estamos de acuerdo con la libertad de las manifestaciones culturales, pero también entendemos que el ejercicio de esta libertad debe ser regulado, y en esa regulación necesariamente habrá que establecer qué es legalmente posible hacer y qué no es legalmente posible hacer en un circo, como en cualquier otra actividad cultural o de cualquier otro ámbito enlos que también se han producido cambios y adaptaciones continuas. Apoyamos la actividad circense como manifestación de cultura, arte, destreza e imaginación del ser humano e incluso desde Infocircos tampoco planteamos una oposición a la participación de animales domésticos pero en el caso de los animales salvajes, la evolución de la percepción social de estos animales, la imposibilidad de poder ofrecerles una vida digna en una situación de itinerancia así como los riesgos sanitarios y de seguridad justifican plenamente la prohibición de su uso en los circos, evitando, tal y como indica el Sr. Benzo, situaciones de abuso.
Por otra parte las circunstancias culturales, históricas, sociales, de peculiaridad geográfica o económicas que concurren en el caso de la tauromaquia no se dan en el caso de la presencia de animales salvajes en los circos. El ejemplo no es comparable o extrapolable ni, por lo tanto, se dan los elementos que justificaron en su momento el blindaje de la tauromaquia en España. Incluso dentro del mundo taurino sería muy difícil aceptar una equiparación de las corridas de toros a un circo con animales salvajes o de un torero a un domador.
Según Alberto Díez, portavoz de Infocircos, el proceso vivido en España de paulatina desaparición de los animales salvajes de los circos es el proceso lógico, es el que están siguiendo los países de nuestro entorno, responde a una demanda social y se encuentra avalado por los criterios científicos veterinarios. No se deben buscar excusas espúreas para defender lo indefendible con argumentos racionales sino que debemos incentivar la reconversión iniciada hace ya mucho tiempo y prácticamente acabada de todos los circos hacia espectáculos auténticamente circenses sin animales salvajes.