Hace unos meses el Ayuntamiento de Sant Jaume dels Domenys (Tarragona) pidió ayuda a FAADA para gestionar el traslado y posterior adopción de 10 équidos que habían decomisado casi dos años atrás en esta misma población.
Por primera vez FAADA encuentra un ayuntamiento que ejerce sus competencias por iniciativa propia.
El decomiso tuvo lugar en noviembre del año 2017 en una finca particular de un hombre (J.C.C.) que acumulaba animales, entre ellos perros y équidos, y los tenía en un grave estado de desnutrición. La finca no tenía los permisos necesarios ni las condiciones para alojar estos animales.
Se hizo la pertinente denuncia por maltrato y el ayuntamiento quedó a cargo de su manutención y cuidado hasta que el expediente quedara cerrado. Para los équidos, se pidió la colaboración a una hípica cercana en Bellvei (Tarragona), donde han estado los équidos, 9 caballos y un mulo, hasta su retirada el pasado 15 de julio.
Durante este tiempo el ayuntamiento ha estado pagando cerca de 3.000 euros mensuales para que los animales estuvieran bien atendidos. Una vez cerrado el expediente, el ayuntamiento debido al elevado coste de las facturas, pidió la colaboración de FAADA para reubicar a los animales y darlos en adopción.
La retirada de los équidos que quedaban el día 15 de julio, fue difícil y peligrosa. Los animales estaban por un lado muy fuertes (comían sin hacer ningún tipo de ejercicio), y por otro muy trastornados psicológicamente.
Por la mañana la fundación de protección animal se presentó con el cuerpo de Agentes Rurales y personal del refugio, para poder preparar los caballos para la carga a primera hora de la tarde. Toni Arnal, profesional especializado con caballos problemáticos, los fue trabajando para poder conocerlos y anticipar los posibles problemas que podrían surgir a la hora de subirlos al camión.
Los équidos presentaban problemas de comportamiento y manejo, fruto supuestamente de haber sido cerrados tanto tiempo, con algunas estereotipias como dar patadas a las puertas, mover la cabeza repetidamente, caminar en círculos dentro del box, etc. También presentaban problemas en las pezuñas, algunos de ellos no se les habían recortado y presentaban problemas al caminar por el dolor que les suponía, ya que estaban sufriendo los tendones y otras partes de las pezuñas.
En cambio, su condición corporal era correcta. Según Laura Riera, responsable de équidos en FAADA, «es la primera vez que veo que los équidos suben al camión tan deprisa, los hemos tenido que ir parando para que no se hicieran daño, parecía que quisieran marchar de allí lo más rápidamente posible». Finalmente, y a pesar de las dificultades de manejo, se facilitó el trabajo y se pudieron retirar los caballos y el mulo.
De esta hípica, FAADA ya retiró hace unos años una hembra de macaco de Berbería, alojada de manera ilegal y sin las condiciones necesarias para tener este animal. Desde hace pocos meses, FAADA también sabía que las condiciones en las que vivían los équidos y otros animales en esta hípica no eran las correctas y es por eso que se pusieron a trabajar para poder cambiar la situación de estos équidos.
Los équidos han sido trasladados a un refugio donde recibirán atención veterinaria y se ocuparán no sólo de alimentarlos, sino de tener cuidado de las pezuñas, de que tengan una nutrición adecuada a sus necesidades, que dispongan de un recinto al aire libre donde puedan correr y relacionarse, y de que reciban el trato humano que se merecen y poder darlos en adopción.
Desde FAADA felicitan al Ayuntamiento de Sant Jaume dels Domenys tanto por la actuación del comiso como por la retirada de los équidos de esta hípica.
Es importante destacar e informar a todos los ayuntamientos de que casos como este son competencia municipal y en caso de querer actuar cuentan con el asesoramiento y ayuda de las entidades. Como es el caso del Proyecto Shanaan, donde FAADA pretende ayudar a los caballos en situaciones de maltrato.
La negativa a actuar conlleva omisión de las obligaciones municipales y de cumplimiento de la legislación vigente, situaciones en las que FAADA se encuentra diariamente.
La fundación también agradece la tarea al cuerpo de Agentes Rurales, al refugio que ha acogido los animales, a Toni Arnal, a voluntarios y profesionales que ayudaron el día del traslado a que todo transcurriera de la mejor manera. Los équidos se encuentran ya adaptándose a su nuevo hogar hasta que estén preparados para su adopción.