En sus alegaciones, Ecologistes en Acció considera inaceptable que, pese a cumplirse los criterios establecidos por la propia Consellería para la declaración de numerosas especies como “En Peligro de Extinción”, se las excluya de esta categoría sin esclarecer los motivos, poniendo en entredicho informes técnicos existentes.
Esta exclusión abarca numerosos taxones de flora, invertebrados como Triops cancriformis, auténtico “fósil viviente” muy escaso y localizado, y también a especies de aves como el sisón (Tetrax tetrax) y la ganga ortega (Pterocles orientalis), amenazadas desde hace tiempo por la transformación ilegal de cultivos cerealistas de secano a cultivos de leñosas y regadíos y recientemente por números proyectos de macroplantas fotovoltaicas que amenazan sus hábitats.
Otros casos de inexplicable exclusión de especies de la categoría de “En Peligro de Extinción” son los del águila perdicera y el alzacola. En el caso de la primera, en palabras de Josep Bort, miembro del Grup d’Estudi i protecció dels Rapinyaires-Ecologistes en Acció, “no es de recibo que el águila perdicera tenga la consideración de especie en peligro de extinción en todas las comunidades autónomas limítrofes pero no en la Comunidad Valenciana, pese a la drástica disminución de sus poblaciones.
“El goteo de muertes de águilas perdiceras en nuestros territorios es incesante y desde noviembre de 2020, que se conozcan, ya han muerto cinco ejemplares más debido a electrocuciones.”También desde Ecologistes en Acció urgen a la retirada del listado de especies cinegéticas, por el riesgo de desaparición de sus poblaciones a corto plazo en la Comunidad Valenciana, de la paloma zurita, la avefría y la tórtola europea. En el caso de la tórtola, ya se prohibió su caza durante la temporada 2020-2021 por estar sus poblaciones bajo mínimos.
Por último, Ecologistes en Acció lamenta que, pese a asistir a una lenta degradación del medio ambiente y, en consecuencia, una disminución de las poblaciones de fauna y flora en la Comunidad Valenciana, no aumenten los esfuerzos por salvar a la biodiversidad. “Todo queda en papel mojado, con poco presupuesto, pocos recursos humanos y poca voluntad”, afirma Deborah Fandos, integrante del colectivo ecologista. “Es triste ver como aumentan el número de especies catalogadas como en peligro de extinción, tanto de flora como de fauna, lo que refleja que algo se estará haciendo mal desde las administraciones.”
Fuente: Ecologistas en accion