“La demanda de papel barato por parte del sector editorial está alimentando la destrucción de las selvas tropicales de Indonesia, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y al cambio climático” ha señalado Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques y Clima de Greenpeace.
Greenpeace lamenta que la industria editorial española utilice mayoritariamente papel blanco procedente de fibra virgen y no papel reciclado, y aunque aún predomina el uso de papel nacional o procedente de otros países como Finlandia, el aumento de las importaciones de Indonesia es algo que preocupa enormemente a Greenpeace. Según fuentes oficiales (1), en el periodo 2006-2009, las importaciones de productos papeleros (pasta de celulosa, papel y cartón) desde Indonesia aumentaron un 26%, pasando de 8.000 hasta 30.000 toneladas.
La destrucción de bosques tropicales y turberas en Indonesia es el origen de la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. La deforestación hace que este país sea el tercer país emisor de gases de efecto invernadero después de China y de Estados Unidos. Y esta deforestación está producida por el avance de la frontera agrícola y, en especial, la sustitución de bosques naturales por plantaciones de palma aceitera y acacia, ésta última destinada a la fabricación de pasta de papel. La madera resultante de la tala, quema y drenaje de los bosques de turberas en la provincia de Riau (Isla de Sumatra) están siendo convertido en papel por los gigantes papeleros de este país: las empresas papeleras Asia Pulp and Paper (APP) y April (2).
La filial en España de APP, con sede en Barcelona, distribuye en el mercado papelero español papel para impresión muy barato. En los últimos años Greenpeace ha encontrado papel de APP en administraciones públicas, universidades, entidades bancarias y grandes empresas. Recientemente, Greenpeace ha tenido constancia que empresas importadoras y distribuidoras de papel en España venden papel de APP al sector editorial.
“Aunque el papel es un producto natural y reciclable, su origen es la madera procedente de los bosques. Y en muchas zonas del planeta se destruyen para producir papel”, ha añadido Soto. “El sector editorial debe comprometerse con el futuro de los bosques y la producción sostenible y consumir preferentemente productos papeleros con altos requisitos ambientales, como son el papel de fibras recicladas o el papel de fibra virgen con el certificado ecológico FSC”.
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