Este acuerdo, que cuenta con una vigencia de cinco años, contempla la dotación y mantenimiento de este centro de la UICN en Málaga, así como la prestación del apoyo financiero necesario para el desarrollo de sus actividades. Además, el convenio pretende promover una estrategia ambiental compartida para el Mediterráneo. Para ello, se aboga por la cooperación con otros departamentos de la Administración a través de acuerdos específicos, además de fomentar la creación de una red de miembros en el marco del Mediterráneo para reforzar y aumentar las capacidades institucionales, técnicas y científicas en la conservación ambiental.
El consejero de Medio Ambiente afirmó que «se trata de arbitrar soluciones comunes a problemas que afectan a todo el Mediterráneo, como la pérdida de biodiversidad, el deterioro de hábitats, los incendios forestales o el cambio global». En este sentido, destacó «el papel fundamental que juega el Mediterráneo en el seguimiento y lucha contra el cambio climático. De hecho, hemos colaborado estrechamente con la UICN en el objetivo conjunto de poner en valor las áreas protegidas como soluciones naturales para hacer frente a este problema global».
Díaz Trillo anunció también la pretensión de su departamento de ampliar la colaboración con la UICN a otros ámbitos relacionados con la economía sostenible y los nuevos empleos en el medio ambiente, así como otras acciones vinculadas a la ecoinnovación y al desarrollo de las nuevas tecnologías y proyectos de I+D+i aplicados al ámbito ambiental.
El consejero de Medio Ambiente aseguró que «con la potenciación de este centro queremos convertir a la ciudad de Málaga en la capital ambiental del Mediterráneo, aprovechando este centro como escaparate internacional para Andalucía, contribuyendo a divulgar nuestras políticas y proyectos en la conservación ambiental y a lograr así un reconocimiento a nuestras actuaciones en el resto del mundo». Asimismo, puso de relieve la estrecha colaboración de la Consejería con la UICN, de la que es miembro y socio de su comité en España, y que se ha traducido en el respaldo económico a muchas de sus iniciativas con la aportación en los últimos años de cerca de tres millones de euros.
La Consejería de Medio Ambiente ha impulsado numerosos proyectos destinados a la conservación ambiental del Mediterráneo como la conservación de un enclave estratégico para la biodiversidad de la zona como es el Estrecho, declarado parque natural, donde se desarrolla un programa de protección y seguimiento de cetáceos; la protección de la isla de Alborán y sus aguas, declaradas Reserva Natural; o la creación Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo (Andalucía-Marruecos), todo un hito en la colaboración entre dos países y en la conservación transfronteriza que ha supuesto la primera reserva intercontinental que existe en el mundo y que engloba a los espacios naturales más próximos de ambos países.


















