Este tipo de mariposa, incluida como de «interés especial» en el Catálogo de Especies Amenazas de Aragón, era muy común en la zona hasta hace unos 25 años. Los expertos consideran que su importante disminución está muy vinculada con el cambio climático, ya que es una especie que habita en zonas frías.
La campaña iniciada en Ordesa pretende concienciar a la población sobre el peligro en el que se encuentra, y anima a los visitantes a colaborar en la creación de un censo de datos que ayude en el esclarecimiento de las causas de su desaparición. En los puntos de atención del parque se hará entrega de las fichas de recogida de observaciones, al tiempo que se facilitará información sobre este lepidóptero diurno. La zona en la que se ha avistado la mariposa, la fecha, la hora, el tiempo atmosférico y el número de ejemplares observados son algunos de los datos que pueden ayudar en su catalogación.
Esta especie, cuya envergadura de alas puede llegar a los 76 milímetros y que se caracteriza por su color blanco moteado en tonos negros, rojos y grises, es una superviviente de la última glaciación en Europa. Desde entonces, este tipo de mariposas se ha desplazado hacia los territorios más septentrionales del continente, aunque algunas se adaptaron a entornos montañosos del sur, como los Pirineos.
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