El Ayuntamiento de Poio, en Pontevedra, puso en marcha este martes una prueba piloto en un monte para tratar las toneladas de algas que se recogen a diario de los bancos marisqueros y de las playas de la Ría de Pontevedra y llegar a convertirlas en un abono eficaz y sostenible.
El proyecto experimental consiste en tratar las algas recogidas con un líquido especial que acelera su proceso de descomposición y, de esta forma, convierte las algas en un abono de gran calidad.
En la mañana de este martes se trasladaron hasta una parcela de monte de Combarro más de cuatro toneladas de algas previamente retiradas de los bancos marisqueros de Poio.