Según recoge el informe ‘Biodiversidad en España. Base de la sostenibilidad ante el cambio global’, la mayor pérdida de esas condiciones favorables ocurrirá en las zonas de menor altitud y los valles cercanos al sistema Central, Sierra Morena y Picos de Europa, pero destacando también en el sur las serranías de Cádiz, y en el norte las áreas comprendidas entre los límites de las provincias del País Vasco y Navarra, sur de Galicia y norte de Zamora.
Sin embargo, también se considera que aparecerán condiciones climáticas favorables para las especies, que se convertirán en nuevos refugios colonizables, especialmente en la cuenca del Guadalquivir y en el tercio Norte del país. El OSE considera que estos nuevos refugios potenciales actuarían como verdaderos receptores siempre y cuando la capacidad de dispersión y los usos antrópicos del suelo lo permitan.
Durante la presentación del informe, el director ejecutivo del Observatorio, Luis Jiménez, ha destacado que el cambio climático, los cambios en el uso del suelo, los incendios forestales, la introducción de especies exóticas invasoras, la sobreexplotación de los recursos y la fragmentación y destrucción de ecosistemas son las principales causas de la pérdida de biodiversidad en España.
Jiménez ha advertido de que la artificialización del suelo en España, uno de los motivos de los cambios en su uso, se considera «como la mayor amenaza que sufre la biodiversidad». En este sentido, ha concretado que «entre 1987 y 2006 ha aumentado en un 51,9 por ciento la superficie de suelo que ha sido artificializada y que un 20 por ciento de las nuevas superficies artificiales se ha construido sobre bosques».
Además, ha comentado que el cambio climático «afectará a muchas especies, como a los robledales y a los alcornoques» y, en lo referido a los incendios forestales, Jiménez ha advertido de que, según se desprende del informe, estos siniestros «aumentarán en el cuadrante suroccidental de la Península».
También ha defendido la necesidad de promover las técnicas agrarias y de cultivo tradicionales y de crear áreas protegidas adicionales para vertebrados e invertebrados. A su vez, ha asegurado que los servicios que ofrecen los ecosistemas «son fundamentales para el bienestar humano» y ha recalcado la importancia de los ecosistemas forestales, que «no sólo son proveedores de madera, sino que también absorben CO2».
AUMENTO DE LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD
Por su parte, el director general de Medio Natural y Política Forestal, José Jiménez, ha recordado que según datos de un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el ritmo de pérdida de biodiversidad y de especies a nivel mundial es entre 100 y 1.000 veces superior al ritmo natural, aunque ha añadido que «el entomólogo Edward O. Wilson vaticinó que en la actualidad el dato sería incluso de hasta 100.000 veces más». «Nos encaminamos hacia una pérdida de biodiversidad muy grave», ha advertido.
Finalmente, ha señalado que, según los datos del Banco Mundial, 1.600 millones de personas viven directamente de los bosques, por lo que «no cuidar los bosques sería catastrófico para estas personas». A su vez, ha asegurado que el cuidado de la biodiversidad «es absolutamente clave para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio».
ECOticias.com – ep