De este modo, la Comisión Europea ha presentado una Comunicación sobre las posibilidades de pesca de las pesquerías europeas, reconociendo avances de ciertos stocks y ofreciendo la posibilidad a Estados miembros para que compartan sus impresiones a este respecto.
Por su parte, la Secretaria General del Mar ha destacado la importancia de la aplicación del Rendimiento Máximo Sostenible donde sea posible, tal y como se acordó en la declaración de Johanesburgo de 2002. Así, ha resaltado la necesidad de elaborar un estudio especie por especie de modo independiente y bajo una realidad ecosistémica, muy especialmente en el caso de las pesquerías mixtas.
Asimismo, Alicia Villauriz ha señalado que las soluciones sobre la gestión de las pesquerías deben tener en cuenta una sostenibilidad medioambiental, económica y social. De lo contrario, pueden producirse desequilibrios graves en el sector pesquero europeo a largo plazo, con la consiguiente pérdida de competitividad e incremento del desempleo en zonas ribereñas altamente dependientes de la actividad pesquera.
Además el Consejo ha debatido, a propuesta de la delegación irlandesa, la actual situación del stock de la caballa en el Atlántico Noreste y el hecho de no haberse alcanzado el establecimiento de un TAC único entre la Unión Europea, Noruega, junto con Islandia e Islas Feroe.
En este sentido, y ante el actual escenario de asignación unilateral de cuotas autónomas por parte Islandia e Islas Feroes, el Gobierno de España ha subrayado que hay que actuar, tanto en materia marítima y pesquera como en sus aspectos comerciales (especialmente en el contexto de la OMC), bajo el respeto de la legislación internacional vigente.
En referencia al futuro fondo de financiación de la pesca, España ha destacado la declaración conjunta firmada junto con Bélgica, Francia, Irlanda, Italia y Portugal en la que se considera necesario mantener un instrumento financiero de la pesca potente que permita que la industria europea de la pesca y la acuicultura se adapte a los futuros cambios.
El futuro instrumento deberá diseñarse con el fin de alcanzar los objetivos económicos, ambientales y sociales de la Política Pesquera Común, en línea con las orientaciones establecidas en la Estratega Europa 2020 y teniendo en cuenta la financiación de acuerdo a la importancia del sector en cada Estado miembro.