El Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat de Cataluña ha intervenido 546 pájaros cantores de jilguero, verderón y pardillo a un presunto traficante de animales de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) que procedían de la caza ilegal de esta especie en la Comunidad Valenciana.
Según ha informado este martes el Cuerpo, después de investigar y hacer seguimientos al traficante, tienen indicios de que viajaba semanalmente a esta comunidad para comprar pájaros fringílidos que almacenaban en un domicilio de Sant Adrià para después venderlos.
Los vendía durante la misma semana en diferentes mercados ilegales de pájaros de canto del área metropolitana de Barcelona, y se estima que en la época de más demanda, pudo haber movido una cantidad de 5.000 ejemplares que le habrían reportado unos 100.000 euros.
El vendedor, que no disponía de autorización administrativa para el transporte, llevaba a los animales en 21 jaulas dentro de una furgoneta en condiciones inadecuadas, lo que había causado la muerte a algunos de ellos.
Los pájaros han sido puestos a disposición del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de la Generalitat para que les revise un veterinario.
En 2008, al mismo vendedor se le intervino un total de 521 pájaros procedentes de la Comunidad Valenciana y destinados al mercado ilegal, en una operación similar.
OTRAS ACTUACIONES
Este sábado en Badalona, los Agentes Rurales intervinieron a un vecino de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) otros 27 pájaros fringílidos que estaban a punto de ser comercializados ilegalmente.
Precisamente en Badalona, han detectado la creación de un nuevo mercado de venta ilícita de pájaros de bosque.
Paralelamente, los Agentes Rurales y la Policía Local de Girona han intervenido este martes por la mañana 22 jilgueros jóvenes, un verderón, un jilguero adulto, dos jaulas y una red abatible a un pajarero que los llevaba en su coche.
Traficar con este tipo de pájaros puede ser constitutivo de una infracción administrativa muy grave a la Ley de Protección de Animales de Catalunya y que se castiga con una multa que oscila entre los 2.001 y 20.000 euros.
En lo que va de año, en el Área regional de Barcelona se han realizado 46 actuaciones contra la caza furtiva de estos pájaros, que pueden costar entre 15 y 30 euros cada uno.
ECOticias.com – ep