Los métodos de desequilibrio de ligamiento para la inferencia demográfica suelen basarse en modelos de población panmícticos. Sin embargo, la estructura de las poblaciones naturales suele ser compleja y la calidad de los datos de genotipado derivado del ADN suele ser subóptima.
En este estudio se presentan dos herramientas de software que implementan desarrollos, operan con datos de SNP de una única muestra de individuos y proporcionan información sobre la estructura de la población, incluido el índice F ST, la tasa de migración y el número de subpoblaciones.
Los resultados de simulaciones y poblaciones de laboratorio de Drosophila melanogaster validaron las herramientas en diferentes escenarios demográficos y el análisis se extendió a las poblaciones de varias especies diferentes.
ADN: la molécula maravillosa
Investigadores de las universidades de Oviedo y Vigo han demostrado que el ADN es capaz de contar la historia de la supervivencia de una especie ya que con muestras de individuos contemporáneos han podido reconstruir con alta precisión cómo era su población en el pasado.
Este hallazgo sobre el ADN será de gran utilidad para el análisis y la gestión de programas de conservación de poblaciones de especies en peligro de extinción o amenazadas, así como para estudiar los efectos que provocan la sobreexplotación, la destrucción de hábitats o el cambio climático, informa la Universidad de Oviedo.
Los resultados del estudio, por tanto, serán de gran utilidad para orientar programas de conservación, gestionar poblaciones silvestres o explotadas y evaluar los efectos que la actividad humana y el cambio global tienen sobre la viabilidad genética de las especies
El estudio, liderado por Enrique Santiago, profesor del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo, ha desarrollado nuevas herramientas informáticas que permiten revelar con detalle la historia demográfica reciente de las poblaciones y su grado de conexión o diferenciación con otras poblaciones relacionadas.
Hasta el momento, los métodos disponibles solo resultaban adecuados para poblaciones completamente aisladas, sin intercambio genético con otras, algo poco común en la naturaleza, salvo en casos excepcionales como poblaciones cautivas o en islas muy remotas, según los autores del estudio.
Una información muy completa
Para superar esta limitación, el equipo desarrolló un nuevo modelo matemático que calcula el tamaño efectivo contemporáneo de la población de una especie y su estructura, y otro que reconstruye el tamaño histórico hasta unas 150 generaciones atrás a partir del análisis de ADN de individuos actuales.
Según Santiago, las estimaciones obtenidas mediante estas herramientas «son cruciales para determinar el estado de conservación de poblaciones y especies amenazadas o sometidas a explotación, y para diseñar estrategias de recuperación».
Con este nuevo enfoque, es posible obtener del ADN estimaciones del tamaño efectivo «mucho más precisas que antes, lo que proporciona un valioso respaldo para la conservación de la biodiversidad”, ha añadido. Armando Caballero, profesor de la Universidad de Vigo, ha precisado que el consenso entre la comunidad científica es que un tamaño efectivo mínimo de 500 individuos «es necesario para evitar la extinción por causas genéticas», pero que hoy ya saben que muchas poblaciones están por debajo de este umbral crítico.
El equipo validó sus herramientas mediante simulaciones y con datos reales de distintas especies, entre las que destacan orcas, gorilas, ciervos, caballos, moscas de la fruta y peces de poblaciones naturales (salmones) o cultivados en piscifactorías, como rodaballos, doradas y lubinas.
El trabajo sobre el ADN, que acaba de ser publicado en la revista Nature Communications, ha sido desarrollado en el marco del Programa de Ciencias Marinas (ThinkInAzul) financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Xunta de Galicia con fondos de la Unión Europea (NextGenerationEU) y la European Maritime and Fisheries Fund, así como por otros fondos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. EFE / ECOticias.com