El declive de las poblaciones de urogallo se ve acentuado en gran medida por la depredación de sus nidos por parte de depredadores generalistas como el zorro. Los científicos se propusieron “enseñar” a estos depredadores a evitar los nidos del urogallo con una estrategia innovadora y no letal como la aversión condicionada al alimento.
Se utilizaron huevos inyectados con sustancias aversivas con el objetivo de inducir en la especie predadora, una aversión alimentaria condicionada. El tratamiento redujo la depredación de nidos de zorro rojo (Vulpes Vulpes) aproximadamente a la mitad en los hábitats del urogallo.
No se encontró ningún efecto significativo en la depredación de la marta (Martes martes) y se comprobó que hubo algunas incursiones de jabalíes y otras especies, pero sin mayor relevancia.
El urogallo, una de las aves más amenazadas de la fauna ibérica
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), con sede en Ciudad Real, ha demostrado la eficacia de la aversión condicionada al alimento como herramienta no letal para reducir la depredación de los nidos del urogallo, una de las aves más amenazadas de la fauna ibérica.
La investigación, publicada en la revista científica Journal for Nature Conservation muestra que esta técnica innovadora, basada en “enseñar” a los depredadores a evitar los nidos, logra reducir a más de la mitad los ataques de zorros sobre los nidos artificiales del urogallo en áreas tratadas experimentalmente.
El trabajo ha sido desarrollado por científicos del Grupo de Ecología y Gestión de Fauna Silvestre del IREC (CSIC, Universidad de Castilla-La Mancha y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha), en colaboración con la Universidad de Córdoba y el Conselh Generau d’Aran (Lleida).
El urogallo cantábrico y pirenaico (Tetrao urogallus), catalogado como en peligro de extinción en España, se enfrenta a un grave problema de conservación. La depredación de nidos por parte de especies generalistas, como el zorro rojo o los mustélidos como la marta y la garduña, constituye una de las principales causas que impiden la recuperación de sus poblaciones.
Huevos “trampa” y malestar leve: así funciona la aversión condicionada
Hasta ahora, las medidas más habituales para reducir este impacto han consistido en el control letal de depredadores, una práctica cada vez más cuestionada tanto por su eficacia limitada como por sus implicaciones éticas. Los depredadores suelen recolonizar rápidamente las zonas controladas, anulando el efecto de estas acciones en poco tiempo.
Ante este escenario, los investigadores del IREC han apostado por un enfoque alternativo y sostenible basado en el condicionamiento del comportamiento de los depredadores, en lugar de su eliminación.
La aversión condicionada al alimento consiste en colocar huevos artificiales tratados con una sustancia aversiva e inocua que provoca un malestar gastrointestinal leve y temporal en los animales que los consumen. Esta experiencia negativa hace que los depredadores asocien las características del alimento con el malestar, aprendiendo a evitarlos en el futuro.
El estudio se llevó a cabo en el Parque Natural del Alt Pirineu (Lleida) mediante un diseño experimental robusto, comparando las tasas de depredación antes y después del tratamiento en un área de control y otra de intervención.
Los resultados confirman que la técnica fue especialmente efectiva frente a los zorros, cuya depredación sobre los nidos se redujo más de un 50 % en la zona tratada.
En cambio, las martas mostraron una respuesta diferente, sin evidencias de aprendizaje aversivo, lo que apunta a diferencias entre especies en la forma de procesar la experiencia. También se registraron incursiones puntuales de jabalí y oso pardo, aunque con baja incidencia.
Una herramienta ética y sostenible para proteger especies amenazadas
Esta técnica, señala el estudio, funciona como un cartel invisible de ‘comida prohibida’ que los depredadores aprenden a respetar, permitiendo su convivencia con especies amenazadas sin necesidad de eliminarlos, han explicado los autores del estudio.
Los investigadores destacan que la aplicación de la aversión condicionada al alimento abre la puerta a estrategias de conservación más éticas y sostenibles, al tiempo que mantiene el equilibrio ecológico.
Este hallazgo confirma el potencial de la aversión condicionada al alimento como herramienta de conservación eficaz para contrarrestar los efectos indeseados de los depredadores generalistas sobre ciertas especies como el urogallo, abriendo la puerta a estrategias de conservación basadas en la coexistencia.
Los autores de este estudio pionero destacan que la conservación del urogallo requiere herramientas innovadoras capaces de mantener el equilibrio ecológico sin eliminar especies clave del ecosistema. Por ello, la aplicación de técnicas como la aversión condicionada al alimento representa un avance hacia modelos de gestión más éticos y eficaces en el contexto de la conservación de fauna silvestre. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE
















