El Índice Planeta Vivo (IPV) es un indicador que se emplea para conocer el estado de la biodiversidad mundial de fauna. El mismo abarca las tendencias de las poblaciones de especies salvajes y silvestres de todo el planeta.
Dicho índice se alimenta de los datos aportados por bases de diferentes centros científicos a nivel global y es gestionada por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), quienes cuentan con la cooperación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)
Números preocupantes para la fauna
Las poblaciones de animales salvajes han experimentado una disminución del 28% en Cataluña entre los años 2002 y 2023. Los datos corresponden a una nueva actualización del Índice de Planeta Viu por el territorio catalán.
En el ámbito mundial, el índice calcula que el bajón en la fauna ha sido de un 73% en los últimos 50 años. En la región de Europa-Centro de Asia, ha sido del 35%. En esta edición se han incorporado datos de 353 especies, 32 más que en la edición de hace dos años. Las poblaciones de 164 especies disminuyen, 70 están creciendo y las 119 restantes no muestran tendencias significativas.
Mariposas y peces bajo presión
Los grupos que muestran un bajón más general son las mariposas diurnas y los peces, donde cerca del 70% de las especies están sufriendo una pérdida en el número de ejemplares.
- mariposas: especies de ambientes abiertos mediterráneos como la turquesa mediterránea y el jaque ferruginoso.
- Peces: el sargo o la espinilla del Ebro.
Entre los mamíferos hay más especies en aumento que en disminución:
- El oso (Ursus arctos) o el tejón son mamíferos en incremento.
- El murciélago de cueva de Schreibers y el ratón de bosque están en bajada.
Por ambientes
- Se observa una disminución del 40% en los ambientes agrícolas y prados.
- Baja del 40% en los ambientes de aguas continentales.
- En bosques y matorrales se cuantifica en un 15%.
- Los datos sobre el medio ambiente marino todavía se limitan a pocas especies y localidades y, por tanto, no se pueden extraer tendencias de su fauna.
Últimas tendencias
Las poblaciones de animales forestales son un objetivo prioritario, porque la pérdida de estos animales se está acelerando. En ambientes agrícolas y prados, se observa una tendencia menos negativa en los últimos 10 años, a pesar del contexto general de pérdida.


















