Instituto Jane Goodall: otro bebé gorila salvado del tráfico ilegal. La pequeña primate de entre 6 y 12 meses de edad pertenece a la subespecie gorilla gorilla, en peligro crítico de extinción, y ya está al cuidado del Instituto Jane Goodall en su Centro de Rehabilitación en Congo. La historia del rescate revela la importancia de la colaboración entre gobiernos y asociaciones, así como de los esfuerzos y trabajos de conservación que se llevan a cabo en África.
Cada año, miles de grandes simios son cazados por su carne o secuestrados de la naturaleza para el tráfico ilegal de individuos vivos, especialmente las crías.
El Instituto Jane Goodall (IJG) en Congo ha rescatado recientemente a una cría de gorila occidental de llanura (G. gorilla gorilla), una subespecie en peligro crítico de extinción, que unos traficantes iban a vender como mascota. La pequeña, llamada Mozambique en honor al país donde fue encontrada y apodada cariñosamente ZZ, tiene entre seis y doce meses de edad y proviene de los bosques de Mayombe, en la costa occidental del África central.
A finales de junio, la organización conservacionista Mozambique Wildlife Alliance (MWA) se puso en contacto con la Dra. Rebeca Atencia, directora del Instituto Jane Goodall Congo, para avisarle de la existencia de una bebé gorila recién confiscada en el país. Debido a que allí no existen santuarios de grandes simios, el Centro de Rehabilitación de Tchimpounga del Instituto Jane Goodall en Congo, dirigido por la veterinaria española, era la mejor opción para alojarla.
Con el apoyo de PASA (Pan African Sanctuary Alliance), la Dra. Atencia se desplazó hasta la sede de la MWA, donde la Dra. Isabel Almeida estaba brindando los primeros cuidados a la pequeña ZZ, para preparar su complicado traslado desde Mozambique, en el sudeste de África, hasta la República del Congo, en el oeste del continente, a través de Angola.
Instituto Jane Goodall
Gracias a la colaboración entre los gobiernos de Mozambique, la República del Congo y Angola, así como de CITES, PASA y el Instituto Jane Goodall , rápidamente se procesaron los permisos y la documentación necesaria para efectuar el viaje, y tras varios vuelos y un largo trayecto en coche, ZZ llegó a Tchimpounga.
Allí está ahora recuperándose bajo el cuidado de Antonette, una experimentada cuidadora del Instituto Jane Goodall que ha vuelto de su jubilación para actuar como madre adoptiva. Las crías de gorila como Mozambique son muy sensibles, por lo que los cuidados durante los primeros años de vida suelen ser muy complejos, y Antonette tiene una exitosa experiencia cuidando bebés gorilas durante la guerra civil en Congo.
A finales de junio, la organización conservacionista Mozambique Wildlife Alliance (MWA) se puso en contacto con la Dra. Rebeca Atencia, directora del Instituto Jane Goodall Congo, para avisarle de la existencia de una bebé gorila recién confiscada en el país. Debido a que allí no existen santuarios de grandes simios, el Centro de Rehabilitación de Tchimpounga del Instituto Jane Goodall en Congo, dirigido por la veterinaria española, era la mejor opción para alojarla.
Con el apoyo de PASA (Pan African Sanctuary Alliance), la Dra. Atencia se desplazó hasta la sede de la MWA, donde la Dra. Isabel Almeida estaba brindando los primeros cuidados a la pequeña ZZ, para preparar su complicado traslado desde Mozambique, en el sudeste de África, hasta la República del Congo, en el oeste del continente, a través de Angola.
Gracias a la colaboración entre los gobiernos de Mozambique, la República del Congo y Angola, así como de CITES, PASA y el Instituto Jane Goodall , rápidamente se procesaron los permisos y la documentación necesaria para efectuar el viaje, y tras varios vuelos y un largo trayecto en coche, ZZ llegó a Tchimpounga.
Allí está ahora recuperándose bajo el cuidado de Antonette, una experimentada cuidadora del Instituto Jane Goodall que ha vuelto de su jubilación para actuar como madre adoptiva. Las crías de gorila como Mozambique son muy sensibles, por lo que los cuidados durante los primeros años de vida suelen ser muy complejos, y Antonette tiene una exitosa experiencia cuidando bebés gorilas durante la guerra civil en Congo.
Las crías de gorila como Mozambique son muy sensibles los primero años de vida
Aunque Mozambique es demasiado pequeña para su edad, goza de una buena salud y está progresando bien. Está estable, come bien, y muestra energía y una personalidad alegre. No obstante, todavía son evidentes los signos de traumas físicos y psicológicos.
Una vez haya finalizado su período de cuarentena, Mozambique se integrará con Ada, una chimpancé de tamaño similar que también ha sido rescatada recientemente por el Instituto Jane Goodall, con el objetivo de que rehabilitarlas juntas pueda enriquecer sus vidas y garantizar una sólida recuperación de las horribles experiencias que ambas han vivido durante sus primeros meses de vida.
La pequeña ZZ permanecerá al cuidado del equipo del Instituto Jane Goodall en Tchimpounga durante al menos dos años, hasta que esté preparada para ser trasladada a un santuario de gorilas.
La historia de Mozambique pone de relieve la importancia de la colaboración entre gobiernos y asociaciones, así como de los esfuerzos y trabajos de conservación que se llevan a cabo en África, para garantizar la seguridad y el bienestar de los grandes simios y otros animales rescatados.
Lamentablemente, el caso de Mozambique no es el único. Desde su fundación en 1992, el Centro de Tchimpounga se ha hecho cargo de más de 200 chimpancés rescatados, así como de individuos de otras especies traficadas.
Cada año, miles de grandes simios son asesinados por su carne o partes de sus cuerpos o secuestrados de la naturaleza para el tráfico ilegal de individuos vivos, especialmente de crías, a las que venden a la industria del “entretenimiento” o como mascotas, mantenidas en horribles condiciones. El Instituto Jane Goodall también trabaja para poner fin a este tipo de comercio ilícito con programas de educación, sensibilización y capacitación de agentes locales, acciones fundamentales para proteger a las especies en estado salvaje.
Por ello, el Instituto Jane Goodall España considera esencial que, para que la futura Ley de Grandes Simios garantice una verdadera protección a estos animales, ésta contemple el apoyo a los programas de conservación de los hábitats donde viven estas especies y la disposición de herramientas necesarias para combatir eficazmente a nivel nacional e internacional el tráfico ilegal.