Ecologistas tienen una buena noticia y otra no tan buena en el marco de la celebración de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FpD4) en relación a alcanzar los ODS; Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En este sentido, pese a que valoran de forma más que positiva lo sucedido en la capital hispalense como un paso importante hacia un marco financiero mundial más inclusivo y sostenible, por otro lado demanda que es necesario aumentar de manera urgente la financiación para la naturaleza. Si no, no se podrán alcanzar las ambiciones establecidas en el documento ni los propios ODS.
Aunque el documento hace importantes referencias a procesos globales como la Hoja de Ruta de Bakú a Belém en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre Subvenciones Pesqueras, a estas organizaciones les preocupa que «se quede corto a la hora de pedir la eliminación progresiva de subvenciones perjudiciales y que carezca de la urgencia necesaria para movilizar nueva financiación adicional para el clima y la naturaleza».
Más financiación para cumplir con los ODS
Ecologistas valoran positivamente el Compromiso de Sevilla, el documento final de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FpD4), como un paso importante hacia un marco financiero mundial más inclusivo y sostenible. Pero apuntan que, a menos que se aumente urgentemente la financiación para la naturaleza, no se podrán alcanzar las ambiciones establecidas en el documento ni los propios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
«No hay camino para acabar con la pobreza, asegurar la alimentación y el agua, o construir economías resilientes sin proteger y restaurar el medio ambiente y reconocer el papel de los pueblos indígenas y las comunidades locales como actores clave en la conservación de la naturaleza», han dicho. «El Compromiso de Sevilla sienta las bases, pero los gobiernos y las instituciones financieras deben actuar ahora, cumpliendo los compromisos de París y del El Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, y canalizando financiación real hacia el clima y la naturaleza.»
Según estas entidades ambientales, la ciencia y la economía son claras:
- Más de 58 billones de dólares -más de la mitad del PIB mundial- tiene una dependencia media o alta de la naturaleza.
- La transición a una economía positiva para la naturaleza podría desbloquear 10 billones de dólares en oportunidades de negocio anuales y generar 395 millones de puestos de trabajo para 2030.
- Sin embargo, estamos invirtiendo sólo una fracción de lo que se necesita. El déficit mundial de financiación de la naturaleza es de más de 700 000 millones de dólares al año, mientras que 7 billones de dólares anuales siguen apoyando actividades que dañan el medio ambiente y el clima.
- Proteger la naturaleza podría evitar pérdidas económicas anuales de 2,7 billones de dólares.
El documento final subraya que existe un déficit de financiación anual de 4 billones de dólares para lograr el desarrollo sostenible, y admite que el mundo «se está quedando corto» en materia de acción climática, pérdida de biodiversidad y desertificación. Sostienen que, sin la naturaleza, los avances en todos los frentes se estancarán o retrocederán.
Aunque el documento hace importantes referencias a procesos globales como la «Hoja de Ruta de Bakú a Belém» en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre Subvenciones Pesqueras, les preocupa que se quede corto a la hora de pedir la eliminación progresiva de subvenciones perjudiciales y que carezca de la urgencia necesaria para movilizar nueva financiación adicional para el clima y la naturaleza.
Por eso, instan a todos los Estados miembros, instituciones financieras y socios para el desarrollo a:
- Integrar plenamente las soluciones basadas en la naturaleza y la resiliencia climática en la agenda de financiación del desarrollo.
- Comprometerse a movilizar nuevos fondos adicionales para la naturaleza, especialmente para los países vulnerables más afectados por la degradación medioambiental.
- Garantizar que las políticas y las inversiones se alinean con una transición económica neta cero, positiva para la naturaleza e inclusiva.
- Facilitar el acceso directo a la financiación para los pueblos indígenas y las comunidades locales que actúan como actores clave en la conservación de la naturaleza.
Así, reclaman una mayor armonización entre la financiación del desarrollo y los resultados positivos para el clima y la naturaleza, y está dispuesta a apoyar a sus socios en la consecución de estos objetivos. «Necesitamos una transformación en la forma en que se toman las decisiones financieras, para que reflejen el verdadero valor de la naturaleza y los costes de destruirla».
Estos ecologistas han presentado un conjunto de nueve recomendaciones para ayudar a reforzar la ambición medioambiental del documento final:
- Elevar la naturaleza en el marco general: Llamado a reconocer explícitamente a la naturaleza como base del desarrollo económico y la erradicación de la pobreza, e incorporar los riesgos relacionados con la naturaleza en todos los mecanismos financieros.
- Reforzar y proteger los compromisos y acciones en financiamiento climático y para la biodiversidad. Exhortación a establecer metas cuantificadas para financiamiento nuevo y adicional, y alinearlas con los Objetivos 18 y 19 del Marco Global de Biodiversidad (GBF).
- Soluciones basadas en la naturaleza y sostenibilidad. Promoción de las NbS como alternativas resilientes y rentables frente a la infraestructura gris, insistiendo en salvaguardas y financiamiento específico.
- Ampliar la movilización del sector privado para la sostenibilidad ambiental. Eliminar barreras a la inversión sostenible en países en desarrollo, al tiempo que se refuerzan las salvaguardas y la transparencia para prevenir el greenwashing.
- Reforzar la inclusión en decisiones y acceso al financiamiento. Garantizar que los Pueblos Indígenas y comunidades locales puedan participar en los procesos y recibir financiamiento directo mediante instrumentos como el financiamiento combinado (blended finance).
- Fortalecer los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) y reformar el financiamiento al desarrollo. Impulsar a los BMD a alinear sus préstamos con los objetivos del Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad, establecer metas de financiamiento para la naturaleza e influir en el ecosistema financiero global.
- Reforzar la política comercial y eliminar subsidios perjudiciales para la sostenibilidad. Incluir salvaguardas ambientales en los acuerdos comerciales y comprometerse a eliminar subsidios que impulsan la pérdida de biodiversidad y el daño climático.
- Mejorar la regulación financiera para la sostenibilidad. Integrar marcos como el TNFD e incrementar la transparencia en calificaciones crediticias para reflejar los riesgos climáticos y de biodiversidad.
- Comprometerse a cumplir y aumentar la asistencia oficial al desarrollo (AOD). Restaurar y aumentar la AOD con plazos definidos, como complemento a los recursos nacionales para erradicar la pobreza y proteger el medio ambiente. ECOticias.com