Ya se sea aficionado o se esté considerando adentrarse en la actividad cinegética se debe estar al tanto del calendario de la temporada de caza en Comunidad Valenciana 2025/2026. Estar al día de las normas de caza es un paso relevante en la planificación de la actividad y en la minimización de posibles riegos legales.
Esto es lo que se aconseja como introducción a las nuevas normativas que han comenzado a regir a principios de este mes y que ‘reglan’ la actividad cinegética en la citada comunidad autónoma.
Los ecologistas de Valencia han manifestado su rotundo rechazo a la orden de vedas 2025-2026 que se publicó el 7 de mayo de 2025 en el DOGV nº 10102. Alegan la misma consólida prácticas cinegéticas continuistas e insostenibles que son completamente contrarias a la conservación de la biodiversidad y que no ayudan en nada a la lucha y mitigación de las consecuencias de los cambios ambientales actuales.
Denuncias de los ecologistas
Entre las medidas más preocupantes de la Orden, los ecologistas denuncian:
Media veda
La media veda es una amenaza estival para la fauna. Lamentamos que un año más se autorice la media veda, un periodo de caza estival que afecta gravemente a aves migratorias en pleno paso prenupcial o estival, así como la presencia de jóvenes rapaces, todas protegidas y algunas en peligro de extinción, inexpertas para conseguir alimento y muy fáciles de abatir.
Es inadmisible que se sigan permitiendo disparos sobre especies vulnerables durante los meses más críticos del año, con temperaturas extremas, escasez de alimento y escasa cobertura vegetal.
¿Control de jabalíes?
La caza del jabalí durante todo el año es una excusa de control con consecuencias ecológicas y que no reduce la hipotética sobrepoblación. La autorización de la caza del jabalí (Sus scrofa) durante todo el año en la modalidad de espera es una medida desproporcionada, que responde más a la presión de determinados lobbies de caza que a criterios técnicos rigurosos.
Esta estrategia, lejos de controlar eficazmente la población, puede incluso fomentar desequilibrios al eliminar selectivamente a individuos dominantes y favorecer la reproducción descontrolada de hembras, aspecto que se produce en la actualidad.
Un peligro para la tórtola europea
La tórtola europea es una especie en declive que necesita protección, no eliminación por lo que los ecologistas rechazan frontalmente la reautorización de la caza de la tórtola europea (Streptopelia turtur), una especie incluida en el listado de aves en declive a nivel europeo y que requiere medidas urgentes de conservación, tal como recomiendan numerosas organizaciones científicas y la propia estrategia europea de biodiversidad.
Sus poblaciones silvestres siguen sin recuperarse adecuadamente y debería prolongarse muchos años más su protección, así como la realización de estudios fiables sobre sus densidades reales y posibles daños que pudieran provocar a la agricultura (sobre los que se ampararía su control cinegético).
Prórrogas
Sobre las prórrogas en la caza del zorzal y otras especies migratorias denuncian que la prolongación de los periodos de caza de los zorzales o tordos (Turdus spp.) y otras aves migratorias, lo que supone disparar sobre aves en sus desplazamientos prenupciales a sus áreas de cría, después de sobrevivir al duro periodo invernal, en contra del principio de precaución y de las recomendaciones científicas para la gestión sostenible de las especies silvestres.
Mayor peligro para la sociedad
Coincide con los periodos de socialización de los espacios naturales y, por tanto, el incremento de peligro e inseguridad ciudadana. Está socialmente aceptado que el periodo de caza en nuestra comunidad comienza el 12 de octubre y finaliza el 28 de febrero.
Por ello, la ciudadanía está pendiente e informada antes de realizar las actividades al aire libre. A pesar de ello, el número de accidentes y muertes es considerablemente alto.
Sin embargo, ampliar el periodo de caza a la temporada de primavera y verano, que es cuando la ciudadanía ejerce su derecho y deber de relacionarse con los entornos naturales ya sea para la práctica deportiva, la salud física y mental, la de protección y mejora de la biodiversidad, actividades extraescolares o simplemente la de una conexión con la naturaleza, es vulnerar los derechos civiles y poner en peligro la vida de las personas.
Los ecologistas exigen a la Conselleria de Medio Ambiente de Valencia una revisión urgente de la orden de vedas con criterios científicos, ecológicos y éticos. Es necesario avanzar hacia una gestión de la fauna basada en la conservación y no en los intereses de los sectores procaza.