Va entrando el calor, y poco a poco, a la hora de la comida van acompañando al agua opciones más fresquitas que, en muchas ocasiones, son menos saludables.
¿Existen opciones que refresquen y sean saludables?
Sí, y no sólo el agua fría, que también es una excelente forma de refrescarnos.
Lo primero que necesitamos es hacernos con unas jarras de cristal con la boca grande para poder preparar nuestros refrescos caseros. Una vez las tengamos, dejemos volar la imaginación.
Limón y menta
Imposible hacer más sencillo un refresco sano de limón y menta. Echamos en una jarra uno o dos limones troceados, varias hojas de menta, lo cubrimos con agua ¡Y al frigo!
Agua de pepino
Además de ser una bebida refrescante muy sencilla de preparar, el agua de pepino hidrata el cuerpo y aporta vitaminas y minerales que tienen efectos desintoxicantes y antioxidantes para la salud y la belleza corporal.
Para preparar nuestra agua de pepino necesitamos agua, pepino, el jugo de dos limones, unas hojitas de menta y hielo. Trituramos el pepino con el agua (puede colarse después, es opcional) y le añadimos el jugo de limón, las hojitas de menta y el hielo. Lo dejamos reposar ¡Y listo!
Como vemos, la base de nuestros refrescos saludables es el agua. Aunque si queremos que se parezcan más a los convencionales podemos elegir agua con gas.
A esta agua podemos añadirle diferentes frutas, como fresas, arándanos o frutas del bosque. Cualquier fruta es bienvenida y cuanto más sabor tengan, mejor. Además es una buena forma de utilizar aquellas frutas que estén ya algo estropeadas. Lo mejor es congelarlas cuando empiecen su deterioro e ir gastándolas, entre otras, para nuestros refrescos caseros.
Y, por último, añadir hierbas aromáticas como menta o hierbabuena.
De este modo, jugando con las distintas opciones, conseguiremos deliciosos refrescos sin azúcar para las épocas de calor.
También podemos usar bebida vegetal sin azúcar con superalimentos, batidos verdes o el tradicional gazpacho. También buenas opciones para la merienda.
Fuente: Greeco.bio