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viernes, junio 9, 2023

Congreso SAVE FOOD 2016, SOGAMA, y Galicia

SAVE FOOD (Ahorremos alimentos) se erige así en una campaña orientada hacia la reducción de las pérdidas y el despilfarro de alimentos, ayudando a mejorar los medios de vida y la seguridad alimentaria de los más de 900 personas hambrientas que hay en el mundo.

El pasado 26 de septiembre, se celebró en Madrid (sede del Ateneo), el Congreso SAVE FOOD 2016, una iniciativa impulsada por la FAO, contando con el apoyo del Club de Exportadores, la Asociación Española para la Codificación Comercial (AECOC) y el Grupo IFA, cuyo objetivo no es otro que luchar contra el desperdicio alimentario en el mundo.

Y es que un tercio de la producción mundial (más de 1.300 millones de toneladas anuales de alimentos) se desaprovecha cada año, por lo que urge articular los mecanismos necesarios para poner freno a un problema de grandes dimensiones, tanto ético como nutricional y medioambiental, que preocupa a empresas, administraciones, bancos de alimentos y consumidores, y en cuya resolución deben participar todos los sectores sociales.

SAVE FOOD (Ahorremos alimentos) se erige así en una campaña orientada hacia la reducción de las pérdidas y el despilfarro de alimentos, ayudando a mejorar los medios de vida y la seguridad alimentaria de los más de 900 personas hambrientas que hay en el mundo. Promueve así, a través de la organización y desarrollo de jornadas y proyectos, un diálogo esperanzador entre la industria, la investigación, la política y la sociedad civil, del que, a buen seguro, emergerán medidas efectivas

España es el sexto país de la Unión Europea que más comida desperdicia (según estimaciones de la Comisión Europea, en torno a 7,7 millones de toneladas), y por ello el MAGRAMA ya puso en marcha una serie de acciones que están empezando a dar sus frutos. Es el caso de la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, con la que se pretende organizar, coordinar y estructurar las actuaciones de las Administraciones Públicas y de todos los agentes que conforman la cadena alimentaria. El fin último es dar a conocer dónde, cuánto, cómo y por qué se producen pérdidas de alimentos, y diseñar a partir de ahí las acciones de sensibilización y buenas prácticas. Y como ejemplo cabe señalar que, según el Panel del desperdicio, éste ha disminuido un 2,3% entre octubre de 2015 y marzo 2016 respecto al mismo período del año anterior.

En este marco, y tras los estudios realizados, el Ministerio ha conseguido trabajar en un modelo estadístico que permite cuantificar el desperdicio y diseñar herramientas para realizar auditorías en las industrias alimentarias y medir el desperdicio alimentario en comedores escolares y centros de trabajo.
Identificados los escenarios en los que se producen las pérdidas, también ha diseñado un catálogo de iniciativas a aplicar en todos los eslabones de la cadena alimentaria.

EL APOYO DE SOGAMA

Consciente de la magnitud del problema, Sogama puso en marcha un sitio web específico www.aproveitatedoquechesobra.es, a través del cual explica las consecuencias del elevado desperdicio de alimentos y proporciona las claves para amortiguarlo.

Se hace eco así de una serie de recomendaciones tales como planificar la compra, hacer una lista detallada de lo que se necesita, comparar precios y calidades, ser cautelosos con las ofertas y promociones, vigilar el buen funcionamiento del frigorífico y mantenerlo en orden, revisar y mantener el orden la despensa, leer el contenido de las etiquetas, diferenciar entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, servir pequeñas porciones a los comensales y congelar las sobras para consumir en otro momento o bien utilizarlas para la elaboración de nuevos menús.

En este sentido, la entidad dependiente de la Xunta de Galicia también editó un recetario de cocina con restos de alimentos “Para repañar o prato!”, en el que da buena cuenta de excelentes menús a partir de sobras, contemplando una serie de entrantes, platos de pescado y carne, y postres. La publicación incluye igualmente diferentes trucos para la conservación de alimentos, así como un recordatorio de cómo deben separarse los residuos en los hogares para que éstos puedan ser reciclados.

Además de todo ello, la compañía lidera un programa de compostaje doméstico al que están adscritas 199 entidades (134 ayuntamientos, 54 centros escolares y 10 colectivos sociales) que ya están transformando la materia orgánica generada en los hogares en un abono natural de alta calidad y con excelentes propiedades fertilizantes para el suelo.

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