Son muchos los internos que han mostrado interés en profundizar en este sistema de tratamiento para la materia orgánica y participar en la práctica del mismo, de ahí que, dada la alta demanda, se decidiese llevar a cabo una segunda jornada formativa, orientada a clarificar conceptos y, sobre todo, a resolver dudas pendientes.
A petición del centro penitenciario de Monterroso (Lugo), técnicos al servicio de Sogama impartirán un nuevo curso de vermicompostaje a fin de abundar en este proceso ecológico y garantizar así su correcto desarrollo.
Son muchos los internos que han mostrado interés en profundizar en este sistema de tratamiento para la materia orgánica y participar en la práctica del mismo, de ahí que, dada la alta demanda, se decidiese llevar a cabo una segunda jornada formativa, orientada a clarificar conceptos y, sobre todo, a resolver dudas pendientes.
Serán expertos de la firma Ecocelta, empresa ubicada en Ponteareas (Pontevedra) con una dilatada trayectoria en la fabricación de abonos ecológicos, los encargados de llevar a cabo esta labor docente.
El penal monterrosino ya cuenta con cuatro vermicompostadores suministrados por Sogama. En este caso, son las lombrices de tierra las encargadas de transformar los restos orgánicos en un humus de alta calidad, considerado como abono universal por excelencia, que favorece la productividad de la tierra sin necesidad de añadir químicos. De hecho, el material resultante presenta una serie de ventajas frente al compost tradicional, ya que aumenta la permeabilidad y retención hídrica del suelo, mejora notablemente su estructura, posibilita una mejor absorción de la energía calorífica del sol, facilita el desarrollo radicular, da lugar a bacterias benéficas, reduce los microbios patógenos, aumenta la tasa de mineralización del Nitrógeno y procesos de humificación, y disminuye la biodisponibilidad de los metales pesados. Y todo ello sin generar olores.
CONTROL DEL PROCESO
A fin de evitar errores y posibilitar la obtención de un abono de calidad, los técnicos se detendrán en concretar los materiales que deben y no deben ser depositados en el vermicompostador, resultando necesario descartar elementos inorgánicos o plásticos, restos de carne y pescado, heces de animales domésticos, así como papeles satinados o con mucha tinta de color.
Asimismo, se instruirá a los alumnos de la escuela de adultos del penal en diferentes aspectos de interés. Es el caso de la estructura física de la matriz, el control de parámetros tales como la humedad, la relación Carbono/Nitrógeno y la temperatura, ya que si es más baja o más alta que la del rango, se reduce la velocidad reproductora de las lombrices.
Respecto a las labores de mantenimiento, se recomendará un aporte diario, o cada varios días, de materia orgánica al vermicompostador, debiendo evitar excesos, remover la mezcla periódicamente para mantener su oxigenación, evitar la exposición directa de las lombrices al sol, ya que son fotofóbicas, mantener la humedad en aproximadamente el 70% y la temperatura entre los 15 y los 25ºC.
Finalmente, se aconseja que el producto final (vermicompost) sea colocado sobre una superficie plana para su secado y madurado, y también aislarlo del suelo, la humedad y la lluvia, resultando aconsejable almacenarlo en sacos de rafia que permitan la transpiración.