Tras cuatro años de investigación y ajustes, el sistema, conocido como 001, está conformado por una enorme tubería flotante de 600 metros de largo y con forma de U que se encuentra en la superficie del agua.
El pasado sábado, 8 de septiembre, se lanzó en la bahía de San Francisco el revolucionario sistema de limpieza marina ideado por el joven inventor holandés de 24 años, Boyan Slat, fundador de The Ocean Cleanup y Campeón de la Tierra de ONU Medio Ambiente en el año 2014; un descubrimiento con el que se espera recoger parte de los 1,8 billones de piezas de desechos marinos que flotan en la gran isla de basura del Pacífico, emplazada entre California y Hawai.
Tras cuatro años de investigación y ajustes, el sistema, conocido como 001, está conformado por una enorme tubería flotante de 600 metros de largo y con forma de U que se encuentra en la superficie del agua, así como una pantalla cónica de 3 metros de profundidad unida debajo. Tubería y pantalla son transportadas por las corrientes marinas, permitiendo la recogida de residuos a lo largo de su trayecto.
Tal y como manifiesta esta organización sin ánimo de lucro especializada en el desarrollo de tecnologías avanzadas para eliminar los residuos plásticos de los océanos del mundo, un alto porcentaje de estos desechos deriva hacia grandes corrientes oceánicas circulares, conocidos como giro. Seguirlos con busques y redes resultaría muy costoso, precisaría de mucho tiempo y mano de obra, y provocaría grandes cantidades de emisiones de carbono y capturas incidentales. De ahí que The Ocean Cleanup haya desarrollado este sistema pasivo que se mueve con las corrientes, al igual que sucede con el plástico, para atraparlo.
Según estimaciones de la entidad, que tiene su sede en Rotterdam y en cuyo equipo humano se integran más de 70 ingenieros, investigadores, científicos y modeladores computacionales, una flota ampliada y conformada por 60 tuberías podría limpiar en los próximos cinco años hasta el 50% de la gran isla de plástico. Inicialmente, el sistema fue remolcado 240 millas náuticas hacia el Océano Pacífico para pruebas y, una vez completadas, recorrerá las 1.000 millas náuticas restantes hasta llegar a su destino.
Un problema de gran impacto
Del orden de 13 millones toneladas de residuos plásticos acaban en los océanos cada año, suponiendo una gran amenaza para la integridad de los ecosistemas marinos, la supervivencia de la fauna, toda vez que son ingeridos por los animales al confundirlos con alimento, la pesca, el turismo y la propia cadena alimentaria humana. Se trata, según Naciones Unidas, de uno de los mayores problemas ambientales cuyo impacto económico está estimado en 13.000 millones de euros.