Mare Terra Fundació Mediterrània se ha puesto en contacto con el Seprona, con el Port de Tarragona y con varios representantes del sector petroquímico para hacerles saber cuál es la situación a día de hoy.
El pasado 28 de enero, el grupo municipal de Vila-seca en Comú se puso en contacto con Mare Terra Fundació Mediterrània para informar sobre la aparición de millones de bolas de polietileno en la playa de La Pineda, en Vila-seca. La fundación lo comprobó y lo denunció al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), a los Servicios Territoriales del Departamento de Territorio y Sostenibilidad en Tarragona, al Departamento de Medio Ambiente de la Diputación de Tarragona y al Ayuntamiento de Vila-seca. Durante todo este tiempo la situación no se ha solucionado y la cosa ha ido a peor, ya que las esferas de plástico han llegado al espacio natural protegido de la Platja dels Prats de Vila-seca.
Este espacio, conocido coloquialmente como el ‘pantalán’, está considerado como un Lloc d’Importància Comunitària (LIC) y actualmente forma parte de la Xarxa Natura 2000 con el código ES5140004, conjuntamente con la Sèquia Major de Vila-seca. En este espacio hay presencia de especies de flora y fauna de los anexos II y V de la Directiva Hàbitats, por lo que es una zona importante para la conservación de la fauna en el territorio.
Mare Terra Fundació Mediterrània se ha puesto en contacto con el Seprona, con el Port de Tarragona y con varios representantes del sector petroquímico para hacerles saber cuál es la situación a día de hoy. La fundación está muy preocupada porque el problema es mucho más grave que hace unas semanas: las bolas de polietileno ya ocupan un espacio natural protegido, y como nadie las ha recogido cada día tienen más arena encima, por lo que será mucho más difícil retirarlas de la playa.
El presidente de Mediterrània, Ángel Juárez, ha explicado que “estamos muy preocupados porque los días pasan y aquí nadie está haciendo nada para solucionar el problema. No entendemos esta inacción, porque estas bolas pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente pero nadie las retira”.
Juárez tiene muy claro que “la hoja de ruta es sencilla: recoger las bolas del litoral, hacer una investigación para adivinar quién ha sido el responsable del vertido, informar sobre las posibles afectaciones que el suceso haya tenido en el medio ambiente y en la salud de las personas, y que los culpables paguen por lo que hayan hecho. No podemos perder más tiempo, y es por eso que desde Mediterrània alentamos a los responsables para que pongan en marcha la maquinaria lo más rápido posible”.