La ONG advierte de que el «impacto real» de la Directiva dependerá de la «ambición» de los Estados miembro y por ello exige objetivos ambiciosos como la reutilización.
Greenpeace ha celebrado el «paso adelante» adoptado este miércoles por el Parlamento Europeo, que aprobó la Directiva de Plásticos por la que se prohibirán los plásticos de un solo uso, como pajitas, cubiertos y vajillas de plástico, así como bastoncillos, pero reclama al próximo Gobierno de España que salga de las urnas el próximo 28 de abril, ambición en la transposición de esta Directiva a la legislación española.
Una vez que el Consejo Europeo y la Comisión Europea conviertan en ley la nueva Directiva comenzará el plazo de dos años para implantar la norma en cada país. La ONG advierte de que el «impacto real» de la Directiva dependerá de la «ambición» de los Estados miembro y por ello exige objetivos ambiciosos como la reutilización. Greenpeace lamenta que la nueva obligación europea no establezca objetivos vinculantes para reducir otros plásticos desechables.
Esta es una «nueva oportunidad» para exigir ambición en la lucha contra el «maldito plástico». Para el responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, Julio Barea, esta Directiva es «un excelente primer paso» para frenar la contaminación por plásticos.
Sin embargo, alerta de que si no se obliga a los productores y a los supermercados a eliminar o reducir «todos» sus envases desechables, la Directiva se quedará corta para frenar la contaminación por plásticos de una forma «totalmente efectiva».
Greenpeace insta al futuro Gobierno a adoptar objetivos ambiciosos «de inmediato», a fomentar la reutilización y a no sustituir el plástico otros materiales de un solo uso, y que garanticen que los productores pagan por la contaminación que generan.
«El nuevo gobierno tendrá el reto de responsabilizar a las marcas y supermercados para que reduzcan de forma drástica la producción de envases de plástico de un solo uso y fomenten los envases reutilizables», concluye Barea.