Basándonos en la información del Abecedario del Reciclaje de la Revista Circle by Ecoembes sobre economía circular, hemos seleccionado aquellos objetos más comunes en nuestro día a día para que sepas cuál es su contenedor correcto.
A partir de ahora, vas a ser todo un experto en reciclaje. Ya le puedes decir a tu pareja, familia o compañero de piso, ¡eh, eso no va ahí! No se te va a escapar ni una. Mira a ver si estás echando al contenedor correcto los siguientes productos…
Aceite usado: punto limpio.
Biberones, chupetes, cepillos de dientes, compresas y otros productos de higiene: contenedor gris.
Briks: contenedor amarillo.
Bombillas: punto limpio.
Corchos: si es natural en el contenedor marrón y si es sintético en el amarillo.
Chicles: contenedor gris.
Café e infusiones: en el caso del café (siempre sin cápsulas) y las bolsas de té compostables, van al contenedor marró. Si no es el caso, al contendor gris.
Comida (restos carne, pescado, fruta, verdura y cáscaras de huevo): contenedor marrón.
Electrodomésticos: punto limpio.
Estropajos, bayetas y fregonas: contenedor gris.
Gasas, algodón, bastoncillos, tiritas y cosas similares: contenedor gris.
Juguetes: punto limpio.
Ropa y zapatos: punto limpio o contenedores de ropa (hay en todas las ciudades).
Ordenadores: punto limpio.
Pilas: contenedores específicos, infórmate del más cercano (a veces hay dentro de los supermercados)
Pelo: nuestro pelo no es materia orgánica, échalo al contenedor gris.
Sartenes y cacerolas: punto limpio.
Servilletas usadas: contenedor marrón.
Toallitas: contenedor gris.
Vasos de cristal: no es lo mismo el vidrio que el cristal, por lo que no los eches al contenedor verde, sino al contenedor gris.
Autora: Alicia Maestre Ducar
Fuente: #PorElClima