Cuando nos presentaba el presupuesto hasta 2.013 (400 millones de euros) en equipamientos para la llamada “planta de valorización energética” de Zubieta o incineradora para toda Gipúzkoa (en principio), sentenciaba: “tras su puesta en marcha Gipúzkoa pasará página al sistema de vertederos; la solución medioambientalmente más retrógrada e insostenible de las existentes”.
¿Es poner fin a los vertederos seguir depositando toneladas de residuos reciclables y compostables en un horno con el fin de hacerlos “desaparecer” rebajando su volumen y aspecto y poco mas de bueno?. ¿Acaso no queda nada como residuo? ¿no es un vertedero la nave donde van a confinar las cenizas y en su día los filtros con residuos tóxicos imperecederos?; el medioambiente, los suelos, el agua, las verduras, la salud de nuestros hijos y nietos ¿qué herencia les vamos a dejar? …. ¿que es mas retrógado?
Al amparo de que la autosuficiencia energética de Gipúzkoa es sólo del 5% y que por exigencia de la UE para 2.010 debemos alcanzar el 12% y para 2.020 el 20% pero de energías renovables, no se puede echar mano al “todo vale”, hasta el punto de tratar de hacernos ver que es mejor y mas rentable recuperar energía a partir de incinerar residuos reciclables, que reciclarlos ahorrando materias primas y energía en manufacturarla; mejor si, pero ¿para quién?, ¿qué intereses inconfesados se esconden detrás de la incineración de residuos domésticos urbanos ¿porqué en este país a diferencia del resto de Europa, Canadá, Australia.. tanto en la incineración, como en el compostaje, como en la biometanización, montan macroplantas ultramecanizadas con una tecnología punta y al tiempo están el 90% infrautilizadas o paradas?.
Hay que invertir en investigar sobre posibilidades de generar energía a través de fuentes renovables nuevas, como la geotermia, el hidrógeno, la biomasa, etc, y no echar mano a lo mas fácil y a su vez ineficiente, insostenible y que está cayendo en desuso por el fracaso económico y riesgos que conllevan la combustión de residuos en plantas incineradoras, cuya energía aunque aquí la consideran “renovable”, en la jerarquía europea está descalificada como tal y la denominan “alternativa”… cuestión de valores y aprecio medioambiental.
Gipúzkoa tiene un gran potencial maremotriz; un mar habitualmente embravecido en kilómetros de costa y muchas cuencas fluviales propias para instalar minicentrales hidráulicas o recuperarlas. Un gran volumen potencial de biomasa proveniente de la limpieza de bosques reforestados, podas y residuos orgánicos domiciliarios e industriales, así como los agrícolas y ganaderos, etc. Captar el gas producido por toda esa biomasa para transformarla en calor y a través del vapor de agua generar energía cinética para transformarla en eléctrica, es el ciclo de aprovechamiento energético al uso en los países desarrollados, como primera fase de tratamiento de residuos orgánicos.
A propósito de esto, la Asociación de Ingenieros Técnicos Forestales de Gipúzkoa en un comunicado del 1 de diciembre destacó que: “la biomasa con fines energéticos es una de las soluciones que surgen con mas fuerza ante cada crisis energética”. Añaden que: “ Resulta beneficiosa para el medio ambiente debido a que proporciona un balance nulo de emisiones de CO2”.
Con la biometanización, no se destruye la materia como en la incineración. Terminado el proceso de fermentación anaerobia, sólo queda un residuo orgánico estable que tras un proceso aerobio se convierte en compost. Permite obtener más energía, de manera más respetuosa y eficiente que con la incineración…. pero sobre todo prevenir en salud y ahorrar en energía.
Conseguir transformar la energía de los residuos orgánicos bajo el principio “Biowaste”, es lo que marcan las directrices de la Directiva Marco sobre Biorresiduos de la UE, cuya jerarquia operativa es: Prevención, Valorización-Reutilización, Reciclaje-Compostaje, Aprovechamiento energético, Eliminación.
El PIGRUG contempla incinerar el 60% de todos los residuos de Gipúzkoa siendo el 43% de ellos domiciliarios y el 89% de estos orgánicos. El aprovechamiento energético neto obtenido en estas plantas no alcanza el 10% y en muchas de ellas el gasto de energía absorbida es superior a la energía útil. La experiencia mas reciente la tenemos con la planta de SOGAMA en A Coruña donde “El Correo Gallego” del 30 de noviembre de 2.009 titulaba: “Sogama no logra sacar rendimiento energético a la basura que incinera. La planta necesita para funcionar mas megavatios que los que envía a la red ”. En el capítulo que tiene que ver con las emisiones a la atmósfera y afectación a la salud y entorno, podríamos decir mucho de la incineradora de Valdemingómez, denunciada por la Fiscalía de Medioambiente de Madrid por niveles de emisiones superiores hasta en un 1.480% de lo permitido. Qué decir de la planta de Zabalgarbi en Bizkaia y la contaminación de aguas y suelo.
Nos presentan como ejemplo el de la incineradora de Viena; un hecho consumado hace años, que hoy en el lugar de la Diputación de Gipúzkoa se lo plantearían de otras manera. ¿Cuándo nos hablarán del porcentaje de residuos orgánicos que incineran en Viena y de la recogida selectiva que practican?
La macroplanta de Zubieta está diseñada siguiendo el mismo modelo que la de Sogama: aprovechamiento energético directo a partir de residuos inorgánicos reciclables (plástico, papel, envases…) y para los orgánicos lo propio, tras un proceso previo de biosecado que requiere un enorme consumo de energía eléctrica. Incinerar el 89% de los residuos orgánicos…desoyendo la Directiva UE para Tratamiento de Biorresiduos y prevención y control integrado de la contaminación recogidos en la Norma (96/61/CE)…. es un fracaso.
Una excelente gestión integral de residuos urbanos y principio fundamental de la sostenibilidad, es la y el que consigue priorizar la recuperación material sobre la energética, reduciendo al máximo lo que hoy se deposita en los tres vertederos gipuzkoanos (que no tienen captación de gases de efecto invernadero) y a la incineradora en el año 2.013. Un aspecto fundamental para conseguirlo, es la descentralización de los tratamientos en planta a base de instalaciones mas pequeñas y tecnología mas asequibles.
Un Plan de Progreso a 2.016 para compostar sólo el 10,1% y el 89% restante incinerar -sabiendo que podía ser lo inverso- es insostenible. Estos datos no dan pie a mantener ese optimismo en la apuesta por la prevención, el compostaje y el cuidado medioambiental.
A pesar de ello el diputado de Medio Ambiente dice: Con la aprobación del Documento de Progreso, Gipúzkoa se sitúa a nivel de los países mas avanzados de la Unión Europea en materia de gestión de residuos.
Optimizando la prevención, conseguimos generar lo mínimo y reciclar lo máximo. ¿Cómo medir su éxito?, por la cantidad de residuos reciclables y compostables que cada pueblo deposita en el vertedero o incineradora. A pesar de ello el diputado de Desarrollo Sostenible dice: el Documento de Progreso nos obliga a todos a prevenir, reciclar y compostar, y la fracción resto de los residuos que previamente no hayan podido ser reciclados ni compostados serán valorizados energéticamente en la Planta del Centro de Gestión de Residuos de Zubieta… obviando la razón de que no han podido ser reciclados ni compostados porque se han recogido todos mezclados.
¿Cómo alcanzar las mayores cotas de reducción y reciclado?, cambiando los hábitos de los ciudadanos y normativa hacia las empresas que envasan bienes de consumo, para lo primero. Lo segundo depende sobre todo del sistema de recogida empleado por cada ayuntamiento.
El problema aparentemente insalvable es, ¿qué hacer con los residuos domiciliarios que no son reciclables ni compostables y que hoy deberían ser los únicos con destino al vertedero?. En Europa se da una tendencia inaplicada por estas latitudes que permiten reciclar hasta el 80% en grandes ciudades como Copenhague, sin que quede mayor resto. Existe una tecnología que consiste en someter lo irreciclable a riego de microorganismos eficientes y prensados por extrusión como grandes salchichas, almacenarlos hasta su desintegración en proceso anaerobio (se aplica en Tahilandia, Corea, Japón..). Interesante también el “Sistema Versátile” de tecnología simultanea, desarrollado por el joven científico norteamericano Javier Fernández-Han, para la desintegración de la basura tratadas con algas en un biorreactor. Con algas, lombrices, microrganismos etc, con lo que sea, pero transformada para ser devuelta a la naturaleza… nunca incinerada.
¿Cuanto gasta Gipuzkoa en I+D medioambiental y tratamiento de residuos?; ¿tienen líneas de investigación abiertas en estos temas las universidades vascas?. Este mismo mes Mondragón Unibersitatea también ha entrado a formar parte del Basque Culinary Center; toda la élite académica con la gastronómica y la política gipuzkoanas juntas, en lo que ha venido a llamarse la Universidad de la Gastronomía. Un complejo universitario que ocupa 8.000 metros cuadrados dentro del Parque Tecnológico de Miramón, cuya construcción nos va a costar 10 millones de euros, en un territorio que a falta de desarrollar mejores ideas van a incinerar el 89% de los residuos orgánicos.
“Si los recursos materiales ni se crean ni se destruyen sólo se transforman, la incineración lo hace de la forma más irreversible, convirtiendo los recursos de los residuos en materiales inservibles y en la forma más degradada de la energía… el calor”.
Así cuesta entender que el diputado diga que: “La incineración se presenta como la mejor solución para obtener energía de los residuos que no pueden ser reciclados”. … no pueden ser reciclados no es lo mismo que no son reciclables. ¿porqué van a incinerar plásticos, neumáticos, madera, papel, cartón, etc. contenidos en la bolsa de basura, si se pueden separar y reciclarlos? ¿dónde queda el debate técnico con quienes lo ven de otra manera?… un fracaso social y medioambiental.
El punto de partida del debate es: a) el 80% de residuos domésticos que se depositan en vertederos gipuzkoanos son reciclables y compostables; y b) con el sistema puerta a puerta como máximo el 30% y en el caso de Usurbil el 18%. ¿La razón del “milagro”?, que con el sistema tradicional se puede depositar la bolsa de basura con todo mezclado en un contenedor-vertedero en cualquier calle a cualquier hora, y con el PaP no, porque se han retirado. Exige mas esfuerzo, pero generamos riqueza y….. prevenimos en salud.
Sin recogida selectiva es imposible el compostaje y la biometanización; con un sistema de recogida selectiva como el puerta a puerta, que retira de la calle el contenedor (la niña) que acepta todo mezclado, la incineradora se queda sin combustible.
La decisión es salomónica: ¿a que madre entregamos la niña si no la podemos partir en dos?.
A pesar de ello el diputado sobre la recogida selectiva puerta a puerta en Usurbil dice:” … yo para mi casa no lo quiero”; para a continuación añadir que la Diputación no se posiciona (y decir eso ¿qué es?) y se mantiene neutral con las poblaciones gipuzkoanas de Hernani, Oiartzun, Lezo, Zestoa, Debagoiena… etc, que optan por este sistema de recogida selectiva.
No se posicionará, pero si mueven una estrategia contra el PaP en Hernani como lo estamos viendo y viviendo; enfrentando esa estrategia política a nuestras razones, en lugar de confrontar sus razones con las nuestras….. conscientes de lo que va a suponer su éxito, para el resto de esos pueblos.