SOGAMA y la recuperación del vidrio

Publicado el: 1 de marzo de 2013 a las 10:07
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SOGAMA y la recuperación del vidrio

•Así se manifestó el presidente de Sogama, Luis Lamas, en la emisora Cope Galicia, donde explicó el proceso de recuperación del vidrio contenido en la basura en masa recepcionada en el complejo medioambiental de Cerceda y del que la empresa prevé obtener unos beneficios mínimos anuales de 150.000 euros.

•El vidrio a seleccionar se encuentra entre los restos inertes (piedras, cerámica, ladrillos, etc) clasificados a través de las mesas densimétricas habilitadas en la planta de elaboración de combustible, suponiendo alrededor del 50 por ciento del total de este material.



•La previsión de la entidad es evacuar unas 14.000 toneladas anuales, a las que deben sumarse 170.000 acopiadas en un vertedero de residuos no peligrosos desde el inicio de la actividad del complejo, en el 2002.

•El máximo responsable de la Sociedad confía en que en el mes de mayo o junio esté adjudicado este servicio, licitado en el marco de un concurso público, y la firma contratista pueda comenzar a operar con normalidad.



Cerceda, a 28 de febrero de 2013.- La Sociedade Galega do Medio Ambiente ha publicado recientemente la licitación de un concurso público para la recuperación del vidrio contenido en la basura en masa que recepciona en su complejo industrial de Cerceda y que, por tanto, no ha sido depositado por la ciudadanía en el iglú verde habilitado para tal fin en la vía pública.

Con esta medida, la empresa ha querido dar un paso más en su firme apuesta por el reciclaje y el máximo aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos, posibilitando así una serie de beneficios ambientales derivados del ahorro de energía y materias primas. Pero no solo, ya que, tal y como anunció el presidente de Sogama, Luis Lamas, en la emisora Cope Galicia, la iniciativa que nos ocupa favorecerá las cuentas de la entidad, previendo unos ingresos mínimos por este concepto estimados en 150.000 euros anuales. “Debemos buscar recursos allí donde los haya”, aseveró.

Lamas explicó que de todos los inertes (piedras, trozos de cerámica, ladrillos y vidrio fundamentalmente) seleccionados a través de las mesas densimétricas habilitadas en la planta de elaboración de combustible, donde se recibe la basura convencional, el 50 por ciento es vidrio. Hasta el momento, el destino de este material en su conjunto ha sido el vertedero de no peligrosos, donde se ha venido disponiendo desde el inicio de la actividad del complejo medioambiental, en el año 2002. Pero, a partir de ahora, el vidrio será recuperado, estimando la evacuación de 14.000 toneladas anuales, a las que habría que añadir las 170.000 acumuladas en el depósito de inertes. Todas ellas se irán procesando durante los próximos años, circunstancia que, además, permitirá descongestionar dicho vertedero, alargando su vida útil.

El máximo responsable de la Sociedade Galega do Medio Ambiente confía en que, en el mes de mayo o junio, esté resuelta la adjudicación, y la firma contratista pueda comenzar a operar con normalidad. No obstante, con la pretensión de justificar la trazabilidad de este vidrio y acreditar su posterior reciclado, la adjudicataria queda obligada a acreditar su tratamiento final mediante la entrega a Sogama de los certificados expedidos por la vidriera o reciclador correspondiente, contemplando el origen y cantidades entregadas.

Luis Lamas insistió en la necesidad de que la población haga una correcta clasificación de los desechos en origen, introduciendo cada tipología en el contenedor correspondiente. En el caso del iglú verde, indicó que todavía sigue habiendo confusión al depositar botellas y frascos con tapas, cuando éstas, por su carácter metálico y como parte de un envase, deben ser arrojadas al contenedor amarillo. Pero clarificó que, de ser introducidas en el contenedor genérico, tampoco habría problema, garantizándose su selección. “En un caso o en otro, en Sogama separamos estas tapas para facilitar su posterior reciclaje”. A pesar de todo, reconoció que los impropios detectados en el iglú verde entrañan menos problemas que los introducidos en el contenedor amarillo, ya que en el primero son más fáciles de depurar y limpiar.

http://www.sogama.es/ECOticias.com

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