Si bien en marzo de 2014 el canon sufrió una subida debido a las previsiones existentes en ese momento en torno a la reforma del sector eléctrico, el contexto, tal y como manifestó, ha cambiado, siendo ahora más favorable. Ello ha permitido a Sogama reducir el precio que cobra a los ayuntamientos por tonelada de residuos procesada.
En recientes declaraciones a Onda Cero Lugo, el presidente de Sogama, Luis Lamas, confirmó que, desde la empresa pública que dirige se había enviado una carta a todos los ayuntamientos adheridos a su modelo mediante la cual se les anunciaba oficialmente la bajada del canon en un 10 por ciento, a aplicar con fecha 1 de enero de 2015.
Si bien en marzo de 2014 el canon sufrió una subida debido a las previsiones existentes en ese momento en torno a la reforma del sector eléctrico, el contexto, tal y como manifestó, ha cambiado, siendo ahora más favorable. Ello ha permitido a Sogama reducir el precio que cobra a los ayuntamientos por tonelada de residuos procesada.
Y es que en el borrador de la Orden se eliminaban las primas, por lo que los distintos productores de energía debían venderla al precio del mercado. El trato que ha recibido la empresa le reportará unos ingresos adicionales. Es lo que se conoce como “retribución a la inversión”.
Antes de marzo de 2014, el canon aplicado por Sogama era de 74,64 euros por tonelada y ahora ha bajado a los 67,18 euros. La tasa media en Galicia es de 60 euros por inmueble y año, de los cuales, el 50 por ciento corresponde al coste de recogida de basura y el 50 por ciento restante, al coste del tratamiento que esta entidad lleva a cabo en sus instalaciones.
“POCOS, PERO RUIDOSOS”
Según Lamas, los concellos que se han rebelado contra la subida del canon han sido “pocos, pero ruidosos”, toda vez que, finalmente, se han negado a pagar un total de 18, que suponen el 2 por ciento de la facturación total. “Detrás de todo ello emerge un interés legítimo, aunque claramente político”, apostilló.
Asimismo, abundó en que la gestión de desechos es una competencia municipal, por lo que los ayuntamientos pueden buscar otro sistema. No obstante, hizo especial hincapié en el hecho de que “lo que no puede ser es utilizar el modelo Sogama y no pagarlo, pero sí cobrárselo a los vecinos”. Y como ejemplo puso los casos de Monforte de Lemos y Becerreá. “La política es una cosa y la gestión pública otra”, remachó.
También aludió al concello de Lugo, grande y con medios para montar un sistema alternativo, y que precisamente tiene adjudicada una planta de compostaje a la firma Urbaser desde el año 2004, pero que todavía no han puesto en marcha. Las razones obedecen a que “el resultado económico de la misma supondría que habría que subir más la tasa a los ciudadanos”.
Asimismo, dijo no entender por qué si Sogama cobra lo mismo a todas las localidades, existen diferencias tan notables entre las tasas que pagan los vecinos. La explicación, a su juicio, está en los costes de recogida. Y de nuevo se refirió a Monforte, que “ha pasado de abonar 700.000 euros en el 2008 a 1,9 millones, subiendo la tasa un 41 por ciento y sin pagar a Sogama”. Es por ello que se muestra convencido de que “a veces se pone la subida de Sogama como excusa”.
A la pregunta de la periodista sobre lo que va a pasar con los que no pagan, Luis Lamas respondió que lo de siempre “Se les lleva al juzgado”, precisando que, en este sentido, “no ha habido cambio alguno”, al tiempo que desveló que muchos de los “rebeldes” ya no estaban cumpliendo con sus obligaciones previamente.
LA UNIÓN EUROPEA, PRINCIPAL AVAL
Respecto al modelo Sogama, manifestó que la principal defensa del mismo reside en la Unión Europea, no en la propia empresa o la Xunta de Galicia. Según Eurostat, países nórdicos muy comprometidos con el medio ambiente tales como Austria, Holanda, Alemania, Dinamarca y Suecia, y que tienen altos niveles de reciclado, cuentan también con altas tasas de valorización energética y bajos porcentajes de vertido.