Los ecologistas recuerdan que el calendario de cierre nuclear fue pactado entre el Gobierno y las empresas propietarias de las centrales con el objetivo de sustituir progresivamente esta fuente de energía por renovables más seguras y sostenibles.
Sin embargo, en los últimos meses, representantes del sector nuclear y algunos grupos políticos han defendido públicamente la posibilidad de extender la operación de los reactores alegando razones de estabilidad energética y reducción de emisiones. Para las entidades ambientales, estos argumentos son “engañosos” y buscan mantener intereses económicos vinculados a una tecnología “obsoleta y peligrosa”.
Por eso, han lanzado la campaña “¿Alargar las nucleares? No, gracias”, con la que denuncian la creciente presión del lobby nuclear para prolongar la vida útil de las centrales atómicas en España más allá de las fechas acordadas para su cierre.
Conviene recordar que estas instalaciones dejan tras de sí materiales altamente radiactivos que permanecen peligrosos durante miles de años y que requieren una gestión extremadamente cuidadosa y costosa.
Las nucleares no pueden seguir abiertas
Ecologistas han presentado esta mañana la campaña conjunta «¿Alargar las nucleares? No, gracias», a través de la cual denuncian la presión de la industria para prolongar la vida de los reactores más allá de los 40 años previstos y exigen que se cumpla el calendario de cierre nuclear a través de un manifiesto conjunto.
El acto ha tenido lugar en la Playa de l’Almadrava, con vistas a las dos centrales nucleares de Vandellòs, en el marco de la conmemoración del accidente que ocurrió allí hace 36 años y que evidenció los riesgos inherentes a la energía nuclear
Las entidades han advertido que prolongar el ciclo nuclear significa incrementar los riesgos ambientales y sociales, generar más residuos radiactivos que deberán gestionar las generaciones futuras y perpetuar un modelo energético sucio, caro y peligroso.
“La industria nuclear está presionando para alargar la vida de unas centrales envejecidas, poniendo en riesgo a las poblaciones que viven alrededor y al conjunto de la sociedad. Es hora de cumplir el calendario de cierre y poner la seguridad y la vida de las personas por delante de los intereses económicos de un sector que ya ha tenido demasiados privilegios”, han declarado.
Además, exigen una verdadera reconversión laboral con alternativas dignas y seguras para las personas trabajadoras. Durante décadas, se ha sostenido el discurso de que las nucleares eran la única salida económica y energética posible y deseable para la población del entorno de las centrales, lo que ha ocasionado un estado de opinión polarizado que se resiste al necesario final de ciclo nuclear. Recuerdan que en realidad el cierre nuclear supone una gran oportunidad económica para la región.
“Hace 36 años el accidente de Vandellòs nos enseñó que la energía nuclear nunca será completamente segura. Hoy seguimos sin planes de emergencia adecuados, sin simulacros y con una industria que quiere perpetuar un modelo obsoleto y peligroso. No podemos repetir errores”.
En el mismo acto se ha anunciado el lanzamiento de una campaña de adhesiones dirigida a organizaciones sociales, ambientales, sindicales y vecinales de todo el territorio, con el objetivo de sumar apoyos y hacer frente común ante los intentos de la industria de prolongar el ciclo nuclear.
Las organizaciones han subrayado que los planes de emergencia nuclear no se están cumpliendo, aunque la normativa obliga a realizar simulacros cada tres años, estos no se han llevado a cabo, dejando a la población que vive en el entorno de las centrales desprotegida en caso de accidente.
Finalmente, ambas entidades han insistido en que no existen motivos técnicos ni económicos que justifiquen el alargamiento de la vida de los reactores. Estas instalaciones se acercan al final de su vida útil y el coste de la energía nuclear es cada vez más elevado y está bloqueando las energías realmente limpias.
“Los tiempos han cambiado: es el momento de cerrar de forma ordenada y segura, no de seguir aplazando decisiones que afectan directamente a la seguridad de las personas y al futuro del territorio”, han concluido.