La campaña Gran Canaria Composta, impulsada desde 2023 por el Cabildo de Gran Canaria, consolidó su éxito como modelo de sostenibilidad y economía circular en la isla, logrando transformar más de 258 toneladas de residuos orgánicos en más de 50 toneladas de compost de alta calidad gracias a la implicación ciudadana.
Esta primera campaña de compostaje contó con un presupuesto total de 369.970 euros en licitación, si bien fue adjudicada por 252.440 euros. En total, se han instalado 755 compostadoras distribuidos por toda Gran Canaria, en la que han participado activamente 600 familias, 155 centros educativos y grandes productores en la transformación de su materia orgánica.
El Cabildo impulsó la implantación de zonas de compostaje comunitario, con formación a técnicos y operarios municipales, estudios de dimensionamiento y convocatorias de subvenciones abiertas a los 21 municipios, con ayudas de hasta 20.000 euros por ayuntamiento.
Exitosa campaña de compostaje en Canarias
La campaña ‘Gran Canaria Composta‘ refuerza la economía circular de la isla con 258 toneladas de residuos orgánicos transformados en 50 toneladas de abono, en una iniciativa que ha llegado a centros educativos y familias, como ha destacado el consejero del Cabildo Raúl García Brink.
El responsale insular de Medio Ambiente ha celebrado en rueda de prensa que los resultados finales del proyecto ‘Gran Canaria Composta’ que, con un presupuesto total de unos 250.000 euros, ha llegado «a multitud de centros educativos, a multitud de familias» logrando «generar casi dos toneladas de compost«. Se trata de un proyecto que continúa, como ha adelantado, gracias a «subvenciones para composteras comunitarias en los 21 ayuntamientos de la isla de Gran Canaria».
Esta campaña, ha destacado García Brink, «es de gran importancia para la economía circular» y para la concienciación ciudadana, reforzando el mensaje de que el compostaje, la parte biológica «viene de la tierra y tiene que volver otra vez a la tierra».
Para el consejero, «tenemos que trabajar también por desarrollar un modelo económico que sea regenerativo» impulsando la idea de que «la economía circular no se basa solamente en el reciclaje de electrodomésticos o productos, sino también de los residuos orgánicos», para que se gestionen «correctamente» y de esta forma «vuelvan otra vez a la tierra de donde salieron».
La campaña ‘Gran Canaria Composta’ comenzó en 2023 y ha terminado en 2025 con el apoyo de fondos Next Generation, gestionados por la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias y la cofinanciación del propio Cabildo de Gran Canaria.
La viceconsejera de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, Julieta Schallenberg, se ha confesado «encantada» de poder colaborar con el Cabildo de Gran Canaria en «una iniciativa tan importante como ‘Gran Canaria Composta» con una aportación desde el Ejecutivo regional de 200.000 euros.
Para Schallenberg, la campaña «ha sido un éxito» en la colaboración institucional y con el objetivo común de «doblar la curva de la economía y pasar de la economía lineal a la circular«, para lo que «necesitamos el esfuerzo de todos, de todas las instituciones y la colaboración ciudadana».
La campaña, que ha contado con la colaboración del Gobierno canario y del Cabildo con los ayuntamientos, comunidades y vecinos, se basa en «una piedra angular» para Transición Ecológica, ha dicho, porque supone «empezar realmente a tener ejemplos reales de economía circular«. La economía circular «es muy importante en todas las islas» y aunque «estamos todavía empezando, y tenemos que avanzar mucho» esta iniciativa «es un ejemplo».
Los residuos orgánicos tienen «un valor en potencia que no está siendo utilizado» que se puede convertir en compost y «volver a la tierra como un abono natural». ‘Gran Canaria Composta’ es «el ejemplo que necesitamos» de «economía circular a una escala que se puede desarrollar perfectamente en Canarias», ha celebrado.
Entre las actuaciones que se llevaron a cabo dentro del marco de la campaña ‘Gran Canaria Composta’, destaca la zona piloto de Santa Brígida, que puede gestionar siete toneladas de biorresiduos y producir dos toneladas de compost al año.
Para garantizar la calidad, se han realizado diez analíticas completas y dos ensayos de fertilidad con muestras procedentes de escuelas, institutos y grandes productores, confirmando la excelente calidad agronómica y ambiental del compost obtenido. EFE / ECOticias.com
 
			 
			















