CIRCULAR PLACE se constituye en un elemento base de la Responsabilidad Ampliada del Productor, para la prevención de generación de residuos. Nace de una situación real de mercado no resuelta aún y que es una auténtica oportunidad de mejora para un uso social de productos que actualmente se destruyen.
Además, esta iniciativa de nueva forma de prevención de generación de residuos se enmarca tanto en el principio de responsabilidad social empresarial de productores y distribuidores, como en el Pacto Verde Europeo y en la nueva Ley de Residuos (art. 18).
Este es un marketplace digital social en el que productores y distribuidores de aparatos eléctricos y electrónicos donan sus excedentes de stock/devoluciones a ONG’s y/o escuelas de formación profesional en un ejercicio responsable y eficaz de prevención de generación de residuos, a través de la acción social. La base conceptual de CIRCULAR PLACE es que el mejor residuo es el que no llega a producirse o se produce después de una larga vida de uso.
CIRCULAR PLACE: prevención de generación de residuos
CIRCULAR PLACE está de enhorabuena y es que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) lo reconoce como ejemplo en materia de prevención de residuos. El citado ministerio, que acaba de publicar la Propuesta del Plan de Prevención Estatal de Residuos 2026- 2032, incluye esta iniciativa como ejemplo de medida en la fase de consumo, en el capítulo 4 del programa: “La prevención de residuos en España”.
La iniciativa CIRCULAR PLACE, en la que colaboran los SCRAP que conforman la Oficina de Coordinación de RAEE OfiRAEE (AMBILAMP, ECOASIMELEC, ECOFIMATICA, ECOTIC, ECOR-RAEE´s y ERP), siempre ha defendido que el mejor residuo es el que no se produce. Esta premisa no es individual ni parte de los intereses individuales de los SCRAP, sino que viene respaldada por la prohibición que recoge la Ley de Residuos 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, en el Artículo 18.2. Dicha ley expone:
Artículo 18.2 Ley de Residuos: Queda prohibida la destrucción o su eliminación mediante depósito en vertedero de excedentes no vendidos de productos no perecederos tales como textiles, juguetes o aparatos eléctricos, entre otros, salvo que dichos productos deban destruirse conforme a otra normativa o por protección del consumidor y seguridad.
Dichos excedentes se destinarán en primer lugar a canales de reutilización, incluyendo su donación, y cuando esto no sea posible, a la preparación para la reutilización o a las siguientes opciones de la jerarquía de residuos, respetando el orden establecido en el artículo 8.
Por ello, esta iniciativa, que nace con ánimo de trabajar no sólo por el medioambiente sino también por los sectores más desfavorecidos, ha cerrado el ejercicio 2024 con la donación de 55.688 aparatos eléctricos y electrónicos a entidades sin ánimo de lucro y entidades formativas.
Estas más de 55.000 unidades de aparatos eléctricos y electrónicos buscan no sólo la prevención en la generación de residuos sino también mitigar la pobreza energética y mejorar la formación profesional. Asimismo, suponen un total de casi 19 toneladas de residuo no generado cuya gestión se ha producido a través de 381 solicitudes de donación.
Ley de Residuos: ayudar a los productores es clave
Lucas González, responsable de este proyecto ha destacado que: “esta mención nos da más seguridad en que iniciativas como estas son las que España necesita en materia de Prevención de Residuos. Para los SCRAPs que formamos parte de Circular Place siempre ha sido una prioridad ayudar a los productores a cumplir con sus obligaciones y esta ha sido una de las razones de ser del proyecto.
A día de hoy, estamos tan convencidos de que Circular Place es la clave para cumplir con esta obligación de la Ley de Residuos que esperamos poder abrir dicho proyecto a otros sectores para que de una forma digital, sencilla y práctica los productores puedan dar una segunda vida a sus excedentes de stock”.