Las inundaciones cada vez más frecuentes e intensas en España, agravadas por el cambio climático, no solo dejan tras de sí daños materiales y pérdidas humanas, sino también un problema menos visible y peligrosamente infravalorado: el caos de residuos que generan.
Residuos en forma de toneladas de escombros, lodos contaminados, vehículos inutilizados, muebles, plásticos y restos peligrosos se acumulan tras cada episodio extremo, superando la capacidad de respuesta de muchas administraciones y aumentando los riesgos ambientales y sanitarios.
La gestión de estos residuos suele abordarse como una cuestión secundaria, centrada en la retirada urgente para recuperar la normalidad. Sin embargo, esta visión cortoplacista ignora que muchos de estos desechos contienen sustancias tóxicas, metales pesados, hidrocarburos o productos químicos arrastrados desde industrias, explotaciones agrícolas o redes de saneamiento colapsadas.
La gestión de residuos tras inundaciones es la clave oculta de la recuperación en España
La planificación previa y una gestión eficaz de residuos son determinantes para proteger la salud pública, el medio ambiente y acelerar la recuperación económica tras las inundaciones, el desastre natural más frecuente y que a más personas afecta en el mundo, y por ello debe ser tenida en cuenta y no subestimarse.
Son recomendaciones del informe ‘Gestión de residuos tras inundaciones: tratamientos, riesgos y retos futuros’, elaborado por Miguel Ángel Artacho Ramírez, profesor de la Universitat Politècnica de València (UPV) y director del Centro de Investigación en Dirección de Proyectos, Innovación y Sostenibilidad (PRINS), publicado por Fundación Naturgy, que propone medidas estratégicas para reducir riesgos, costes y acelerar la recuperación.
El informe de Artacho revela riesgos ambientales, sanitarios y económicos ignorados
Tras un episodio extremo, el volumen de residuos puede multiplicarse entre cinco y quince veces respecto a un año normal en la zona afectada, una circunstancia que suele subestimarse y que puede agravar los daños si no se gestiona adecuadamente.
Las inundaciones cada vez más frecuentes e intensas en España, agravadas por el cambio climático, no solo dejan tras de sí daños materiales y pérdidas humanas, sino también un problema menos visible y peligrosamente infravalorado: el caos de residuos que generan.
«La gestión de residuos es una parte indisoluble del proceso de recuperación tras un desastre y así debe ser tenida en consideración«, ha afirmado Miguel Ángel Artacho.
El informe, según informa la UPV y Fundación Naturgy, alerta sobre la heterogeneidad de los residuos generados –mezcla de escombros, lodos, materiales peligrosos y restos orgánicos– y su impacto en infraestructuras críticas, carreteras y sistemas de drenaje, lo que dificulta la respuesta inmediata y aumenta los riesgos sanitarios y ambientales.
Solo la dana de Valencia de 2024 generó hasta 1,5 millones de toneladas de residuos, similar a los residuos generados durante todo un año en la Comunitat Valenciana. «Documentar, aprender y planificar es la única vía para reducir impactos y acelerar la recuperación», ha manifestado.
Las recomendaciones clave del informe incluyen la obligatoriedad de una planificación previa en zonas vulnerables, que contemple la predicción del volumen y la tipología de residuos; y la designación de áreas seguras para el almacenamiento temporal, junto con protocolos que faciliten la reutilización y el reciclaje.
Tecnologías y expertos: el nuevo eje para actuar rápido ante desastres climáticos
Y subraya la necesidad de integrar expertos en gestión de residuos en los equipos de emergencia y simplificar los marcos jurídicos para agilizar la respuesta; el uso de tecnologías (inteligencia artificial, internet de las cosas y gemelos digitales) para garantizar el seguimiento en tiempo real y la toma de decisiones basadas en datos; y recomienda impulsar la formación y la concienciación ciudadana, con el objetivo de fomentar la separación en origen y reducir riesgos sanitarios.
Artacho considera que la prevención no es solo hidráulica, sino que también es organizativa, tecnológica y social.
Expertos en gestión ambiental advierten de que España necesita integrar la gestión de residuos post-inundación en sus planes de protección civil y adaptación climática. Esto implica protocolos claros, infraestructuras flexibles, financiación estable y coordinación entre administraciones.
En la presentación ha participado el vicepresidente tercero y conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras, Territorio y de la Recuperación, Vicente Martínez Mus, que ha subrayado la tarea «descomunal de reconstrucción de infraestructuras carreteras, metro, depuradoras y entornos naturales» que se dio por finalizada en verano y el reto de los residuos, cuyo coste ascendió a 230 millones de euros.
La necesidad de una estrategia nacional para afrontar episodios extremos cada vez más frecuentes
Martínez Mus ha afirmado que la experiencia ha despertado el interés de otros países que han visitado la Comunitat Valenciana para aprender de un proceso que se construyó «a base de golpes», y que el estudio «ayudará a replicar mejor en otros lugares».
Según ha dicho, la colaboración entre la Administración, la comunidad científica y el sector privado es esencial y hay que tener presente la importancia de fortalecer los servicios públicos, modernizar la gestión y construir un entorno preparado para enfrentar catástrofes climáticas.
Expertos en gestión ambiental advierten de que España necesita integrar la gestión de residuos post-inundación en sus planes de protección civil y adaptación climática. Esto implica protocolos claros, infraestructuras flexibles, financiación estable y coordinación entre administraciones.
También es clave mejorar la prevención, reduciendo la ocupación de zonas inundables y reforzando sistemas de recogida y tratamiento resilientes. Subestimar el impacto de los residuos tras las inundaciones no solo agrava los daños inmediatos, sino que multiplica los riesgos a medio y largo plazo. Seguir leyendo en EFE /ECOticias.com
