El sector agroalimentario genera cada año grandes volúmenes de subproductos —como restos de frutas, hortalizas, cereales, aceites, lácteos o la propia industria vitivinícola— que, lejos de ser considerados desechos, están demostrando un enorme potencial como materias primas en nuevas cadenas de valor.
Gracias a la investigación y a los avances tecnológicos, estos residuos pueden ser transformados en piensos nutritivos, aditivos funcionales o suplementos enriquecidos, capaces de mejorar la dieta de animales de producción sin comprometer su salud ni la calidad final de los alimentos destinados al consumo humano. Esto mismo se ha puesto de relieve como parte del proyeto NEWFEED en el que participan cuatro países mediterráneos.
Alimentación más sostenible a partir de residuos agroalimentarios
La valorización de residuos agroalimentarios en ingredientes de alto valor para la ganadería es ya una realidad. Tras cuatro años de trabajo conjunto, un consorcio internacional de 14 entidades ha demostrado que subproductos de la uva, la naranja y la aceituna pueden transformarse en piensos sostenibles de proximidad (KM0), reforzando la economía circular en el sector agroganadero mediterráneo.
Coordinado por el centro tecnológico AZTI, el proyecto NEWFEED ha desarrollado y validado estos nuevos ingredientes locales para la alimentación de rumiantes y aves de corral. Mediante procesos innovadores y ensayos en laboratorio y granja se ha conseguido mejorar la digestibilidad y el perfil nutricional del raspón de uva, la cáscara de naranja y la torta de aceituna, permitiendo su inclusión en la dieta animal sin comprometer la salud ni la calidad de los productos.
“El uso de subproductos de la industria alimentaria como piensos secundarios transformará la producción ganadera en un sistema más sostenible, capaz de responder a la creciente demanda de carne, lácteos y huevos en la región mediterránea”, destaca David San Martin, experto de AZTI en sostenibilidad alimentaria.
Apuesta por la economía circular
El consorcio ha trabajado con empresas agroalimentarias y centros de investigación en la validación de tres cadenas de valor que demuestren cómo la economía circular puede reducir costes de gestión de residuos e insumos, al tiempo que abre la puerta a productos innovadores como suplementos funcionales o piensos enriquecidos y sostenibles.
Las oportunidades de negocio de NEWFEED se han concebido en tres regiones diferentes del Mediterráneo: España, Grecia y Egipto. El caso de España ha estado coordinado por AZTI y ha contado con la colaboración del centro tecnológico NEIKER, el proveedor de tecnología RIERA NADEU y Bodegas Baigorri para validar el uso del raspón de uva como ingrediente alimentario de ovejas y bovinos lecheros.
En Grecia, el foco se ha puesto en transformar la cáscara de naranja en proteína para ovejas lecheras. Y, en Egipto, la torta de aceituna se ha convertido en pienso para pollos de engorde. “Cada contexto presenta condiciones técnicas, económicas y normativas diferentes, por lo que el éxito de implementar estos modelos a futuro requerirá adaptar la solución a las capacidades locales, fomentar la colaboración con actores clave y disponer de herramientas que faciliten la toma de decisiones”, explican.
La iniciativa NEWFEED, financiada por el programa PRIMA de la UE con más de 2 millones de euros, ha contado con la participación de 14 socios de cuatro países mediterráneos como la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC), la Unión Agroganadera de Álava (UAGA), Bodegas Baigorri y Riera Nadeu, en España.
Este proceso no solo supone un aprovechamiento más eficiente de los recursos, sino que contribuye a disminuir la huella de carbono del sector, a reducir costes para los productores y a avanzar hacia modelos de producción más sostenibles. Al mismo tiempo, la valorización de residuos agroalimentarios refleja el potencial de la bioeconomía circular, capaz de transformar problemas ambientales en soluciones innovadoras que fortalecen la seguridad alimentaria. ECOticias.com