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domingo, marzo 26, 2023

Analizando los riesgos del fracking

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa en el proyecto europeo ‘FracRisk’, que pretende evaluar el riesgo de extraer gas mediante la técnica de fracturación hidráulica, conocida también como ‘fracking’, con el objetivo de desarrollar una normativa.

El proyecto está elaborado por un consorcio en el que participan diez instituciones académicas hasta junio de 2018 y se enmarca en la estrategia europea Horizonte 2020. Según explica el CSIC, la fracturación hidráulica es un método de extracción de gas y petróleo de formaciones muy poco permeables en el que se emplea la inyección de grandes cantidades de agua y productos químicos.

Esta técnica ha generado «debate público» en toda Europa, por lo que ‘FracRisk’ aborda las preocupaciones ambientales relacionadas con este método de extracción, en particular a través de un mejor conocimiento y control del proceso de fracturación y sus efectos ambientales.

El investigador del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua y coordinador en España del proyecto, Jesús Carrera, ha explicado que a partir de los resultados que se obtengan se desarrollará una normativa que permita «prevenir y mitigar el impacto potencial» de la exploración y la explotación de las reservas de ‘gas de esquistos’ en Europa, «porque, en la actualidad, la regulación para el fracking es la que se aplica a las explotaciones tradicionales de hidrocarburos, que no es adecuada para la extracción no convencional».

La iniciativa permitirá ampliar los conocimientos disponibles a partir de la experiencia internacional, el conocimiento de los procesos de rotura de la roca, del transporte de contaminantes y de su modelación.

El proyecto se centra en los procesos sobre los que hay mayor incertidumbre y, en concreto, se han seleccionado y definido seis posibles escenarios: la fuga de agua con compuestos contaminantes como máximo riesgo; fugas a través del pozo de extracción, a través de pozos abandonados, difusión a largo plazo; fugas por fallas naturales no cartografiadas, o por fallas generadas por la fracturación hidráulica, y por microsismicidad.

Los investigadores emplearán un enfoque repetitivo de modelación y técnicas de reducción de riesgo para identificar las actividades más peligrosas y definir la base científica sobre la que basar decisiones. El conocimiento desarrollado se validará con los datos disponibles, tanto en Estados Unidos como en Europa.

FracRisk está coordinado por la Universidad de Edimburgo (Escocia, Reino Unido) y tiene un presupuesto de tres millones de euros.

ep

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