¿Quién es quien?
Euphemia es el nombre que recibe el algoritmo que ajusta las distintas ofertas y demandas que recibe el mercado mayorista de la electricidad desde 22 países europeos y que finalmente fija un precio nacional. Por lo tanto es Euphemia, y no Filomena, quien hace que el precio de la electricidad esté por las nubes. Pero la pregunta, en ambos casos, no es quién lo hace, sino por qué hacen lo que hacen.
¿Por qué?
El “porqué” de Euphemia es, entre otras muchas cosas, el resultado que se obtiene en un mercado diseñado para que todos los ofertantes cobren por igual el precio más alto posible (sí has leído bien, les cueste lo que les cueste todos cobran como el que más). Tal y como se ha explicado profusamente estos días, es un mercado marginalista que paga a precio de oro siempre a todos, y en especial cuando sube; y deja en la estacada a los consumidores del mercado libre y a las renovables cuando baja.
Por lo tanto, tenemos un problema de mercado y va a dar igual si las empresas que participan son públicas o privadas porque lo que está mal es el diseño de este mercado. Para colmo en España, los que mayoritariamente compran y al mismo tiempo venden energía son sólo tres (Enel-Endesa, Iberdrola y Naturgy) de manera que no van a querer dejar a Euphemia que cambie, ni que nadie nada más que ellos entre en el juego. El llamado oligopolio energético.
¿Cuáles son las consecuencias?
Conocido el quién y el porqué, ahora hay que preguntarse por las consecuencias. En el caso de Filomena hemos fotografiado algunas de ellas: disrupciones en el transporte, en la movilidad, en la contaminación en las ciudades, en la agricultura, la ganadería, un sin fin de problemas. En el caso de Euphemia hay dos damnificados principales:
- los consumidores que pagamos al precio más alto la electricidad producida todo el año, y entre ellos los domésticos con precios de mercado libre (*), y de estos últimos las personas mas pobres y vulnerables que a su vez son mayoritariamente mujeres.
- Las renovables, que al hacer caer el precio medio de la electricidad pueden ver peligrar las inversiones en nuevas centrales en plena necesidad de expansión de las mismas, ya que si el precio de la electricidad es muy bajo no podrán recuperar sus costes de inversión. A eso se le conoce coloquialmente como el “efecto caníbal” de las renovables.
¿Cuáles son las soluciones?
Ante este panorama que parece llevarnos a un túnel sin salida, la pregunta es obvia y hay muchos expertos y expertas, empresarios energéticos, políticos y políticas, planteando y pidiendo soluciones. Estas soluciones tienen que cubrir tres problemas:
- cómo internalizar los costes de la generación de la electricidad, o dicho de otro modo cómo alinear el valor, el coste y el precio de la electricidad;
- cómo recuperar los costes de la inversiones en renovables y
- cómo proveer de precios asequibles a la ciudadanía.
Desde el punto de vista de Greenpeace tenemos una propuesta: necesitamos dos Euphemias, necesitamos dos mercados. Un mercado mayorista dual que ya ha sido propuesto en publicaciones especializadas y contempla la división del mercado mayorista tradicional en dos mercados complementarios entre sí y encargados, respectivamente, de la contratación y entrega de electricidad a largo plazo (mercado de energía renovable) y de resolver los desvíos de este en el corto y muy corto plazo (mercado de flexibilidad o de entrega).
Greenpeace está trabajando en la elaboración de un conjunto de propuestas como esta para darle la vuelta al sistema eléctrico hacia la electrificación sostenible y universal, tras la consulta con un amplio abanico de personas expertas.
Fuente: Greenpeace