El índice, elaborado en colaboración con oficinas de estadística del País Vasco y Galicia y el mismo Instituto Nacional de Estadística (INE), mide el nivel de sensibilización, impacto y hábitos domésticos en relación a determinados comportamientos medioambientales.
El índice, que tiene en cuenta siete indicadores distintos, y que va del 0 al 10, incluye también aspectos como la correcta eliminación de residuos habituales –8,01–, residuos ocasionales –7,29–, el ahorro de agua –6,77– y el ahorro de energía –6,55–, informó el Idescat.
Por debajo de la nota obtenida en conciencia medioambiental, que mide el nivel de implicación activa de los individuos en actividades de preservación y estar a favor de establecer medidas de protección del medio, se sitúa el transporte y la movilidad –5,44– y, en último lugar, los hábitos de consumo –3,87–.
Por zonas, son las comarcas centrales las que obtienen una mejor puntuación –6,56–, fruto de que el 34% de los hogares tienen un «alto nivel» de sensibilización medioambiental. Los valores mínimos se encuentran en Ponent –6,05– y Terres de l’Ebre –6,16–, donde la tasa de hogares con mejor comportamiento se sitúa alrededor del 15%.
El perfil de persona con buen comportamiento medioambiental acostumbra a ser el de un empleado a plena jornada y población con estudios universitarios, mientras que los colectivos con valores más bajos son las personas sin estudios y los procedentes de países de fuera de la Unión Europea (UE).
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