Ecologistas en Acción, Greenpeace, UGT, CCOO, Vivo Sano y Fondesam han pedido por carta a los eurodiputados españoles que apoyen la eliminación de sustancias capaces de alterar el sistema hormonal, conocidos como disruptores endocrinos (EDC en sus siglas en inglés) de los dispositivos médicos, siempre que existan alternativas.
El miércoles 25 de septiembre se vota en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo el informe sobre dispositivos médicos que regula la presencia de estos tóxicos. El informe incluye propuestas para mitigar los efectos adversos sobre pacientes y profesionales sanitarios de las sustancias. Por ello, las organizaciones firmantes solicitan a los miembros de la comisión que voten a favor de las enmiendas.
Numerosos dispositivos de uso médico, como tubos, bolas de sangre catéteres, incubadoras, guantes deshechables, etc. contienen EDC que se liberan durante su uso, exponiendo a pacientes y profesionales sanitarios a estas sustancias tóxicas. Así, es frecuente la presencia de ftalatos (produce daños a la reproducción y al desarrollo) en tubos, catéteres o en bolsas de sangre, o la presencia de BPA en incubadoras. Al afectar al desarrollo, los niños, las mujeres embarazadas y lactantes son especialmente sensibles a la exposición a EDC.
Los niños prematuros están especialmente expuestos, ya que estas sustancias se liberan de los tubos utilizados para alimentarlos, aportarles oxígeno, transfundir sangre, etc. Así, un niño puede estar expuesto durante la oxigenación hasta a 50 veces y durante una transfusión a más de 3 veces la dosis de DEHP recomendable para evitar daños al sistema reproductivo.
Existen alternativas en el mercado para estos usos, por lo que organizaciones sanitarias, ecologistas, sociales y sindicales de toda Europa solicitan la eliminación de sustancias cancerígenas, mutágenas, tóxicas para la reproducción y disruptores endocrinos en los dispositivos médicos.