Ecologistas en Acción ha denunciado la aprobación por parte de la Junta de Castilla y León de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de una mina de uranio en el término de Retortillo (Salamanca), allanando el camino a la empresa Berkeley para la apertura de este yacimiento, lo que supondría una insensatez, dados los grandes impactos ambientales y sobre la población, el retroceso de la energía nuclear y el bajo precio del uranio.
La Junta de Castilla-León publicó en el BOCYL del martes 8 de octubre de 2013 la aprobación de la DIA de la mina de uranio Retortillo-Santidad, en el término municipal de Retortillo. Se trata de una de las explotaciones que la empresa australiana Berkeley está intentando poner en marcha en nuestro país. Para Ecologistas en Acción esta aprobación resulta sencillamente insensata porque la minería del uranio es una actividad de enormes impactos ambientales y sobre la población.
Si finalmente se pone en funcionamiento la explotación, será necesario mover enormes cantidades de tierra con mineral de uranio, lo que aumentará la radiactividad en la zona por la emisión de radón y otros gases radiactivos, se verterán aguas contaminadas al cercano río Yeltes, se generarán enormes escombreras y diques de estériles, se manipularán grandes cantidades de sustancias contaminantes como ácido sulfúrico o sosa cáustica cuyo vertido accidental sería catastrófico, se realizarán voladuras, aumentará el tráfico de camiones y maquinara pesada en la zona…
Las reparaciones ambientales y mitigadoras aprobadas por la Junta de Castilla y León no evitan la aparición de riesgos y, en particular, no impiden la difusión de la radiactividad en la zona. Los riegos con agua propuestos para reducir el polvo, no son sino una mala broma que no puede evitar la emisión de radón y otros gases radiactivos así como el propio polvo uranífero en los momentos en que se produzcan voladuras o grandes movimientos de tierra. De hecho, los estudios epidemiológicos muestran una clara afección de las minas sobre la salud.
Todos estos daños al territorio no se verán compensados por la riqueza creada por la mina. Por un lado, este tipo de minería genera muchos menos puestos de trabajo que la minería subterránea en galería, dado que la mayor parte de las actividades están mecanizadas. Por otro, la riqueza que hipotéticamente generaría la mina no repercutirá en la zona, sino que será la multinacional Berkeley quien se beneficie.
Por si todo esto fuera poco, los precios del uranio están ahora en otro mínimo histórico tras el accidente de Fukushima, que ha motivado que se produzca un claro frenazo a la construcción de centrales nucleares. Estamos, sin duda, ante un retroceso de la energía nuclear en el mundo, lo que hace muy dudoso el futuro de la explotación.
Para Ecologistas en Acción hay que abandonar la peligrosa industria nuclear y apostar por las fuentes de energía renovable más limpias y respetuosas con el medio ambiente.