En el lado bueno de esa balanza, con lo bueno y lo malo de una sociedad que se tambalea, hay que apuntar que cada vez hay más ciudadanos que no están dispuestos a que les tomen más el pelo desde la política, desde los medios de “des-información”
Nuestro país y nuestra sociedad están en tiempo de grandes cambios. Unos cambios también que son muy vertiginosos. En política, se avecinan nuevas direcciones. La tecnología ha apretado el acelerador. Las estructuras sociales, asimismo, se muestran cambiantes. Por primera vez en la historia de la Humanidad, todo está patas arriba, como dice el escritor latinoamericano Eduardo Galeano. Algunos de estos cambios son muy positivos. Otros de ellos son realmente tóxicos. Un espejo de esos cambios esperanzadores lo tenéis en BioCultura. La edición valenciana se va a celebrar del 27 de febrero al 1 de marzo. Tres días para cambiar modelos tóxicos hacia estructuras con futuro.
En el lado bueno de esa balanza, con lo bueno y lo malo de una sociedad que se tambalea, hay que apuntar que cada vez hay más ciudadanos que no están dispuestos a que les tomen más el pelo desde la política, desde los medios de “des-información”, desde las empresas… Han decidido tomar las riendas de sus propias vidas. Ello conlleva hacerse responsables de todo, como una de las formas más bellas de democracia directa que puede haber. Son ciudadanos conscientes, responsables, que apuestan por un futuro cada vez más en armonía con la Naturaleza, dejando atrás las principales premisas de un sistema político, económico y productivo depredador que nos ha llevado a una situación de crisis global.
Porque hay otras formas de producir, de consumir, de vivir, de sentir, de cultivar, de alimentarse, de sanar, de educar, de construir, de crear energía… Y todas ellas están en BioCultura, una feria que no es una feria al uso, sino que es una alternativa fiable, verdadera y pacífica al mundo actual, un mundo que muestra su decadencia por todas partes.
BioCultura es mucho más que una feria: es una manera de estar en el mundo: una forma de vivir en armonía con el Universo. Haciendo siempre lo mejor para uno, que es lo mejor también para todos: en alimentación, en agricultura, en medicina, en educación, en energías…
Los tiempos, como decíamos, van cada vez más deprisa. Los cambios se amontonan. Parece que no nos da tiempo a asimilar tanto vértigo. Un gran cambio de ciclo se aproxima a pasos agigantados. Y, sin duda, la alimentación ecológica, la salud natural, la bioconstrucción, el textil orgánico, las energías alternativas, la relocalización eco-nómica… tienen mucho que decir en todo eso. No dejes escapar el tren. Sé uno de los primeros. Ven a BioCultura y contempla el mundo que está por venir. Al menos, uno de los mundos que convivirán en las próximas décadas en este tan maltratado planeta nuestro, el mundo de los que hayan optado por un cambio verdaderamente integral, ese cambio que no puede empezar si no es por uno mismo.