En los últimos años, España ha mostrado un avance desigual en materia de sostenibilidad: mientras diversos indicadores apuntan a una ralentización de su economía ambiental, el empleo vinculado al sector verde continúa creciendo a un ritmo notable.
Esta paradoja refleja las tensiones entre las oportunidades que ofrece la transición ecológica y las dificultades estructurales que enfrenta el país para consolidar un modelo productivo realmente sostenible en economía ambiental.
Por un lado, informes recientes revelan que la inversión en energías renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible se ha desacelerado. Factores como la incertidumbre regulatoria, los retrasos en la ejecución de fondos europeos y la complejidad administrativa han contribuido a frenar proyectos que, en teoría, deberían estar impulsando la transformación ecológica y esa economía ambiental.
La economía ambiental retrocede pese al aumento récord del empleo verde en 2024
La economía ambiental generó 541.500 empleos en España durante 2024 (el 2,67 % del total) pero su Valor Añadido Bruto (VAB) disminuyó un 0,1 %, según el avance de la Cuenta de bienes y servicios ambientales del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este jueves.
El INE define la economía ambiental como «el valor de las actividades asociadas a la protección del medio ambiente y la gestión de los recursos naturales» y llama la atención sobre su descenso el año pasado, ya que representó el 2,72 % del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 2,90 % de 2023 y el 2,97 % de 2022.
Aunque movilizó 43.400 millones de euros en 2024, ese descenso de 0,1 % del VAB contrasta con el aumento del PIB a precios corrientes en un 6,4 %, según este avance.
Esta paradoja refleja las tensiones entre las oportunidades que ofrece la transición ecológica y las dificultades estructurales que enfrenta el país para consolidar un modelo productivo realmente sostenible.
Mejor cifra aporta el empleo ambiental, ya que aumentó un 3,5 % respecto al año anterior (medio punto porcentual más), mientras el empleo total de la economía crecía también, pero a menor ritmo: un 2,8 %.
De todas formas, el incremento del empleo está lejos de los aumentos de otros años del último período, como 2018 (cuando subió un 11,7 %) o 2021 (un 8,6 %), de acuerdo con la información facilitada por el INE sobre la economía ambiental.
Los dominios con mayor peso sobre el VAB ambiental en 2024 fueron los de ‘Energía procedente de fuentes renovables’ (un 30,1 % del total), ‘Ahorro y gestión de energía’ (un 23,5 %) y ‘Gestión de residuos’ (16,6 %).
Sin embargo, ‘Energía procedente de fuentes renovables’ tuvo también la contribución más negativa (perdió 2,989 puntos) mientras que el dominio que más aportó positivamente a la tasa de variación fue ‘Protección del suelo, aguas superficiales y subterráneas’ (1,120 puntos). Respecto al empleo, los dominios que más generaron fueron ‘Ahorro y gestión de energía’ (43,4 % del total) y ‘Gestión de residuos’ (22,2 %).
Ahorro energético y gestión de residuos lideran la creación de empleo verde
Las actividades con mayor peso en el VAB fueron dos: ‘Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación’ (22,6 %) y ‘Construcción’ (21,3 %).
Las que mayor empleo ambiental proporcionaron fueron las mismas, pero en orden inverso: ‘Construcción’ generó casi 210.000 puestos de trabajo, mientras que ‘Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación’ creó 138.400.
Esta última fue también la actividad que más aportó a la tasa de crecimiento de empleo: 1,480 puntos. La que registró el mayor aumento el año pasado fue ‘Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado’ con un 7,6 %.
Exportaciones ambientales: leve retroceso en un mercado dominado por clima y renovables
El total de la producción ambiental española superó los 106.000 millones de euros en 2024, de los cuales cerca de 17.500 millones fueron destinados a la exportación, un 0,5 % menos que en 2023.
Los ámbitos de mayor peso en las exportaciones fueron ‘Aire y clima’ (35,8 %) y ‘Energía procedente de fuentes renovables’ (18,7 %). Estos ámbitos incluyen principalmente los vehículos eléctricos, los productos energéticos (biocombustibles) y los bienes de equipo vinculados a la producción de energía eléctrica renovable (grupos electrógenos de energía eólica).
Las actividades con mayor peso en el VAB fueron dos: ‘Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación’ (22,6 %) y ‘Construcción’ (21,3 %).
Todos los datos incluidos en este avance, recuerda el INE, son provisionales y serán revisados cuando se difundan los del año próximo.
Sin embargo, en paralelo a este estancamiento, el empleo verde vive un auge significativo. Las cifras apuntan a un incremento sostenido de puestos de trabajo vinculados a la gestión ambiental, la restauración de ecosistemas, el desarrollo de tecnologías limpias y la consultoría en sostenibilidad.
Este crecimiento se explica por la demanda empresarial de perfiles especializados, la necesidad de adaptar procesos productivos a nuevos estándares europeos y el interés creciente de las administraciones por reforzar la vigilancia y protección del medio ambiente.
El reto consiste en aprovechar el talento emergente, reducir trabas y asegurar que el empleo ambiental no sea una excepción, sino el pilar de un modelo económico más resiliente y sostenible. Seguir leyendo en EFE/ ECOticias.com













