La arquitectura del futuro se orienta hacia un modelo donde los criterios medioambientales, la sostenibilidad, el reciclaje y el uso de materiales de proximidad serán pilares esenciales en el diseño y la construcción de las casas y los edificios del mañana.
Frente a la crisis climática y el agotamiento de los recursos naturales, el sector arquitectónico busca reinventarse, apostando por soluciones que reduzcan el impacto ambiental y promuevan una relación más equilibrada entre el ser humano y su entorno.
Arquitectura más sostenible para el futuro
La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM), Elena Guijarro, ha abogado por un cambio de mentalidad «trascendente» para responder a los criterios medioambientales de sostenibilidad, reciclaje o utilización de materiales de cercanía que tiene que afrontar la arquitectura de cara al futuro.
En una entrevista con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, Guijarro ha incidido en que la arquitectura ha ido adaptándose a los nuevos criterios medioambientales que marca la Agenda 2030, pero es necesario que ese cambio «sea mucho más trascendente», y que la concienciación al respecto se extienda a toda la ciudadanía.
Ha explicado que la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (EPBD, según sus siglas en inglés) va a incluir criterios de sostenibilidad y economía circular, y desde el Consejo Superior de Colegios llevan tiempo fomentando estas prácticas, a la vez que el de Castilla-La Mancha ha iniciado una colaboración con la Asociación para la sostenibilidad de la arquitectura (ASA).
La decana ha apostado por la recuperación en la arquitectura de materiales tradicionales «que tienen poco impacto en la huella de carbono», pero ha resaltado que es más relevante que sean de cercanía para no aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte. Ha señalado que la madera «es ahora mismo quizá el más recomendable en este sentido», y ha mencionado obras que han recibido premios de construcción en madera, como el toledano Corral de don Diego.
Asimismo, ha instado a «reutilizar todo, y que incluso los residuos se puedan volver a utilizar en la obra», a la vez que ha desgranado los avances en eficiencia que se están dando en distintos materiales como el hormigón o el ladrillo, «que se están reinventando», o el vidrio «que es un material del que se recicla el 95 % y que se están utilizando en fachadas».
Un proceso en el que se han implicado también los fabricantes y que ha llevado a que el momento actual sea «un proceso de investigación, de nuevas tecnologías que nos ayudan a buscar esas soluciones de las que ahora no disponemos; sabemos que tenemos que cambiar, pero no sabemos exactamente hacia dónde».
Una arquitectura «discreta, acogedora e integrada»
Un cambio, según la decana, que se ha dado también en los criterios a la hora de valorar la calidad de la arquitectura, sino que se tienen en cuenta aspectos como que sea «discreta, que se integre, que mejore el entorno y que sea acogedora, que cuide de las personas», y del que ha puesto como ejemplo de integración el Archivo Municipal de Toledo.
‘Arquitectura que cuida’ es precisamente el lema elegido por el Consejo Superior de Arquitectos de España, del que Guijarro es vicepresidenta, para celebrar este Día de la Arquitectura. Una ocasión para reivindicar también una profesión que, según ha reconocido la decana del colegio regional, en las últimas décadas ha perdido consideración social, y ha lamentado que «a partir de la crisis económica se nos demonizó un poco, se nos culpabilizó junto con los promotores y constructores, y se nos empezó a considerar de otra manera».
Para Guijarro, dos o tres décadas atrás la figura del arquitecto se valoraba, aunque existía la percepción «de que era muy caro, y esa sigue existiendo» pese a que «desde nuestro punto de vista, no estamos bien pagados».
La decana del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha ha reivindicado también que se siga impulsando la rehabilitación de edificios porque, pese al empuje que ha recibido especialmente en el último lustro, España continúa rehabilitando diez veces por debajo de lo que debería.
«Tendríamos que tener un porcentaje de rehabilitación del 3 % y estamos en el 0,3«, ha aseverado Guijarro, que ha agregado que el 85 % de la demanda de vivienda ya está construida, y aunque se siga haciendo obra nueva «ya no se trata tanto de expandirnos como de mejorar lo que tenemos dentro, y siguiendo criterios de circularidad; en vez de demoler y hacer nuevo, lo que hacemos es recuperar lo que tenemos».
Ha mostrado su satisfacción por el funcionamiento de las oficinas de rehabilitación de Castilla-La Mancha que pusieron en marcha junto al Colegio de Aparejadores y el Gobierno regional, y que ha sido la comunidad autónoma «que más consultas ha recibido y donde más se ha conseguido; de hecho, hemos acabado con algunas de las líneas de los fondos y hemos tenido que pedir de otras comunidades».
Otro de los aspectos que ha destacado es el programa PREE 5000, que ha permitido la rehabilitación energética de edificios en poblaciones de menos de 5.000 habitantes, y ha demandado que se ponga en marcha «una línea parecida, porque ya se ha agotado».
Respecto a la actual crisis de la vivienda, la también vicepresidenta del Consejo Superior de Colegios ha apuntado a «usar todas las herramientas que tenemos para hacer una mejor arquitectura, de calidad con diseño», y ha mencionado entre esas herramientas aspectos como la industrialización, que pueden favorecer la rapidez en la construcción, aunque «sin que perdamos calidad arquitectónica».