Activada la búsqueda de nuevas energías eficientes y renovables, profesionales de todo el mundo se han aventurado crear dispositivos capaces de aprovecharla incluso en lugares inhóspitos. Uno de los últimos descubrimientos asegura que una pequeña esponja podría ser clave para la vida, lo que llevamos años esperando.
Durante un largo tiempo, hemos visto cómo se ha tratado de obtener energía de lugares impensados, como la lluvia. Cuando las precipitaciones dejan caer la lluvia sobre el tejado, paraguas, suelo o cualquier superficie no conductora de electricidad, provocan una estela que está plagada de electricidad.
Por su parte, las gotas toman la carga opuesta. Un grupo de físicos del Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros en Mainz han dedicado un tiempo riguroso a este fenómeno. A base de investigación, desarrollaron un sistema para estipular la producción de carga.
Su objetivo es alcanzar una superficie que mejora el empleo del efecto de carga y, de esta manera, producir discretas cantidades de electricidad. Este escenario podría, por ejemplo, beneficiar a las personas que residen en regiones aisladas y lluviosas donde todavía no llega la electricidad.
Otro equipo de investigadores de Hong Kong ha estudiado el mismo tema y busca aprovechar las gotas de lluvia para la creación de electricidad. En su caso, la atención está puesta en aprovechar la energía originada en el impacto de las gotas de lluvia. Buscando cumplir su “misión”, han elaborado un generador de nanocorriente capaz de originar energía a raíz de la caída de cada gota. Una sola de agua caída de una altura de 15 centímetros sería suficiente para encender 100 lámparas LED. Eso es lo que dice su estudio.
Esta pequeña esponja nos muestra un nuevo camino
Ahora, un nuevo informe no solo utiliza una energía renovable, sino que también asegura uno de los recursos más necesarios para preservar la vida: el agua. Unos ingenieros de Australia y China anunciaron la creación de un nuevo dispositivo solar parecido estéticamente a una esponja que exprime el agua del aire.
En síntesis, usa la luz solar para tomar agua del aire, brindando una alternativa eficiente y a costo reducido para la escasez de agua. Funciona con la misma eficiencia incluso en circunstancias de baja humedad. Si creíamos que los paneles de algas solares eran un paso adelante, con esto vemos que todavía queda muchos caminos inexplorados.
El sistema de recolección de agua desempeña correctamente sus funciones en varios porcentajes de humedad, del 30 al 90%, y temperaturas variadas, de entre 5 y 55 grados Celsius. El Dr. Derek Hao, de la Universidad RMIT en Melbourne, expuso que este dispositivo hace uso de la estructura porosa de la madera de balsa refinada. Tuvo una modificación para cumplir el objetivo buscado.
El compuesto a base de madera encaja de forma óptima en el interior de una taza, equipada con una tapa de cúpula, una bandeja anticontaminación, un método de enfriamiento y un método de activación que se abastece con energía del Sol.
IA, la pieza que faltaba para que esta esponja fuera sinónimo de futuro
Hao, autor del estudio realizado en conjunto con 5 instituciones de investigación chinas, con el Dr. Junfeng Hou de la Universidad de Zhejiang A&F a la cabeza, e ingeniero ambiental de la Facultad de Ciencias de RMIT, hizo referencia a las “miles de millones de personas en todo el mundo” que no tienen acceso a agua potable, además de las millones que pierden la vida a causa de enfermedades que se transmiten por el agua.
“Nuestro equipo ha inventado un dispositivo que comprende andamios esponjosos de madera, cloruro de litio, nanopartículas de óxido de hierro, una capa de nanotubos de carbono y otras características especializadas”, explicó Hao, consigna Scitech Daily.
Por su parte, los profesionales utilizaron IA para obtener una predicción específica y optimizar el rendimiento de recolección y descarga de agua del aparato en diversos escenarios ambientales.
Perspectiva a largo plazo de la esponja del futuro
El dispositivo esponjoso al que nos referimos es un prototipo de laboratorio aún en su fase inicial, aunque ya ha demostrado ser capaz de absorber la humedad de la atmósfera cuando la tapa de la taza se encuentra abierta. Cuando se cierra bajo la luz del Sol, se desprende agua en la taza.
En pruebas de laboratorio, logró absorber unos 2 mililitros de agua por gramo de material a una humedad relativa del 90% y liberó casi toda el agua en 10 horas expuesto al Sol, un número superior al que registra la mayoría de los sistemas conocidos y a costes menores.
Con 9 cubos de esponja, de un peso de 0,8 gramos cada uno, sería posible absorber 15 mililitros de agua y liberarlos en la taza. La “esponja del futuro” resultaría útil en situaciones de emergencia, provocadas, por ejemplo, por desastres naturales, circunstancias en las que el suministro de agua puede verse comprometido.
Hao prevé una producción a escala piloto y su aplicación en el campo. Para ello, busca nuevos socios, con los que también podría alcanzar la inclusión en sistemas modulares de recolección de agua desde el aire.
En definitiva, una pequeña esponja podría ser la clave para mejorar la calidad de vida del ser humano o, incluso, su salvación. Algo que inevitablemente nos hace recordar esta energía verde ilimitada, que también proviene de un lugar que nunca podríamos haber imaginado.