La nueva propuesta presentada por las ONG apunta a que todas las personas, no importa el lugar donde vivan, tengan acceso a opciones que les permitan disfrutar de un transporte seguro, asequible y sostenible. Y lo hacen mediante la promoción del uso de los medios de transporte público, reduciendo de forma significativa el uso del coche privado.
La medida busca luchar contra el cambio climático sin dejar de lado la equidad social, ya que la realidad española es que casi la mitad de la población no tiene carnet de conducir y que más de una quinta parte carece de vehículo. Incrementar el transporte público podría garantizar una movilidad sostenible para una mayor cantidad de personas.
Menos coches, más transporte público
Coincidiendo con el inicio de la Semana Europea de la Movilidad, una célebre ONG ha presentado hoy su nueva propuesta de Garantía de Movilidad, una medida para asegurar que todas las personas, sin importar donde vivan, puedan moverse en sus desplazamientos cotidianos de forma segura, accesible y asequible, sin necesidad de disponer de un vehículo privado.
La elección entre transporte público y vehículo privado no depende únicamente de las preferencias personales, sino de factores como la ausencia de estaciones cercanas, la excesiva duración del trayecto o la falta de horarios adecuados a la vida cotidiana.
Esta situación obliga a muchas personas a depender del vehículo privado, incluso en contra de su voluntad, y empeora la factura de las familias y de la crisis climática, generando desigualdades sociales y pobreza en el transporte. Así, una parte significativa de la población queda excluida de un sistema de movilidad justo y accesible.
Frente a este problema, la ONG plantea la creación de una Garantía de Movilidad, que se fundamenta en la necesidad de transformar la movilidad activa (peatonal y ciclista) y el transporte público en un requisito básico para ejercer los derechos de la ciudadanía.
La organización ecologista pide a los responsables políticos que se definan estándares vinculantes para frecuencia, cobertura, horarios y accesibilidad. Una Garantía de Movilidad que asegure la existencia de condiciones mínimas de servicios de transporte público y condiciones adecuadas para los desplazamientos peatonales y ciclistas, independientemente de la zona en la que se resida (urbana, periférica o rural).
“La Garantía de Movilidad busca que todas las personas, sin importar donde vivan ni su situación económica o física, puedan acceder a opciones de movilidad seguras y asequibles, reduciendo la dependencia estructural del automóvil y fortaleciendo el papel del transporte público y la movilidad activa como pilares de la cohesión social y la protección del medio ambiente”, ha declarado Cristina Arjona, portavoz de la ONG.
“Con esta propuesta se demuestra que hay soluciones que aúnan el ‘llegar a final de mes’ y evitar ‘el fin del mundo’, es decir, soluciones que cubran las necesidades fundamentales, como la movilidad, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático”.
Tres ejes simultáneos
Esta Garantía de Movilidad se concreta en tres ejes que operan de forma simultánea: una garantía de movilidad activa, segura y universal, una garantía de transporte público y una garantía de acceso a servicios esenciales en proximidad.
Además, la calidad del transporte público debe evaluarse según criterios clave: conectividad, ofreciendo destinos coherentes con las necesidades locales; frecuencia y horarios, con servicios regulares que cubran todo el día y adaptados a cada núcleo de población; tiempo de viaje, que no supere 1,5 veces el recorrido en coche; y accesibilidad, garantizando paradas cercanas y accesibles, itinerarios peatonales seguros y vehículos adaptados para todas las personas.
Este enfoque se inspira en debates y prácticas emergentes en países del centro de Europa, especialmente Alemania y Austria, que llevan años de delantera. La introducción de abonos de transporte integrados y asequibles (como el “Deutschlandticket” alemán) ha reducido los viajes en coche en un 5 %, con las consiguientes reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero y ha simplificado el acceso al transporte público. Ahora, la evolución del debate se dirige hacia la Garantía de Movilidad, una iniciativa para asegurar el servicio en todo el territorio.
Esta propuesta, unida a un abono único estatal, que se prevé que el Gobierno implante en 2026, permitiría reducir la dependencia del coche y garantizar que la movilidad sea un derecho para toda la ciudadanía, no un privilegio de quienes viven en los centros de las grandes ciudades.
El falso mito del coche
La ONG denuncia que, a pesar de ser el medio más usado en España, el coche no puede considerarse un vehículo universal, accesible y utilizable de forma autónoma por toda la población. Actualmente, cada persona recorre de media al día 28,4 km en automóvil, frente a solo 5,4 km en transporte público terrestre.
Sin embargo, los datos muestran que el mito del coche como medio de transporte universal no se corresponde con la realidad. En España, 25 millones de personas no tienen permiso de conducir, un 40,3 % de la población mayor de 18 años. Además, más de uno de cada cinco hogares en España no dispone de automóvil.
Estos datos muestran que el automóvil no es un medio accesible para toda la población, y la libertad de movimiento de la que presume está condicionada por factores económicos, sociales y demográficos. Incluso para quienes tienen coche, la compra y el mantenimiento suponen un desembolso importante.
El gasto de comprar un vehículo nuevo en España en 2023 fue de 23.666€, equivalente a 11 meses del salario medio anual. El transporte supone casi el 15 % del gasto total de los hogares, solo por detrás de vivienda y alimentación y el 90 % de ese gasto se destina a la compra y uso de vehículos privados, lo que equivale a más del 12 % del presupuesto familiar.
Los beneficios del transporte público
El transporte es el sector con mayores emisiones de gases de efecto invernadero en España. Actualmente, supone el 32% de las emisiones del país y el 42 % del consumo energético, el sector más demandante. La ONG recuerda que un transporte público atractivo es clave para reducir el uso del coche privado y cumplir los objetivos climáticos.
A nivel sanitario, mejora la calidad de vida de las personas al disminuir las enfermedades asociadas a la contaminación, entre 20.000 y 30.000 muertes prematuras al año en España se relacionan con la mala calidad del aire, el ruido, el sedentarismo y la siniestralidad vial.
Además, un sistema de transporte bien planificado reduce costes asociados al tráfico, como accidentes, congestión y daños medioambientales. En términos de consumo de combustibles fósiles, el ahorro ascendería a unos 7.900 millones de euros en consumo de combustibles procedentes del petróleo evitados.
Por su parte, el incremento de consumo de energía por los servicios de autobús añadidos al sistema ascendería a poco más de 800 millones de euros. Las cuentas resultarían claramente beneficiosas con relación a la importación de productos petrolíferos.
Por ahora, la movilidad, especialmente la sostenible, sigue siendo un privilegio para algunos, por lo que desde las ONG lo que se plantea es que se promueva una alternativa que asegure un transporte público, que resulte accesible a todas las personas, en todo el territorio.