Probablemente más de una vez has escuchado que deberíamos incluir las energías renovables en nuestra vida diaria, pero parece que algunos lo han tomado demasiado literal y han llegado al punto de vivir dentro de los aerogeneradores, pero ¿Cómo es posible esto?
El problema de los aerogeneradores
La energía eólica es una de las energías más famosas en el mundo, ya que el viento está en prácticamente en todos lados, por lo que es una energía bastante eficiente que nos permite ahorrar dinero en el consumo de electricidad al mismo tiempo que cuidamos nuestro planeta.
Sin embargo, está energía también ha sido muy cuestionada, por ejemplo por está polémica sobre bombas que explotan en el mar. Una de las principales razones por la que es cuestionada es por la producción de residuos.
Los aerogeneradores, son bastante eficientes pero llega un punto en el que su vida útil se termina y ¿Qué hacemos con ellos? Ese es precisamente el problema, ya que gran parte de los materiales que lo componen, lamentablemente no pueden reciclarse.
Pero ahora, una empresa energética ha querido abordar este problema de una manera muy inesperada, pues se han preguntado ¿Por qué no vivir en un aerogenerador?
Adiós residuos, hola viviendas
Sucede que la empresa energética Vattenfall en colaboración con el estudio de diseño Superuse han convertido la góndola de un aerogenerador ¡en una minicasa totalmente funcional!
La cabina central de la turbina eólica, fue desmantelada cuidadosamente luego de haber completado su ciclo de vida en Austria, donde operó durante más de veinte años y convertida en una casa. Tiene unas dimensiones de 10 metros de largo, 4 metros de ancho, y 3 metros de alto.
La casa incluye una cocina, un baño y una acogedora sala de estar, además, cuenta con tecnologías avanzadas, como una bomba de calor, paneles solares y un calentador de agua solar ¡Realmente impresionante!
“Buscamos formas innovadoras de reutilizar los materiales de las turbinas usadas de la forma más completa posible» «Eso ahorra materias primas, consumo de energía y, de este modo, nos aseguramos de que estos materiales sean útiles durante muchos años después de su primera vida útil”. Explicó Thomas Hjort, director de innovación de Vattenfall.
Con este proyecto la empresa ha demostrado que se puede dar una segunda vida a los componentes de las turbinas eólicas, logrando disminuir el impacto ambiental de su eliminación. Al reciclar y reutilizar componentes de este tipo, Vattenfall no solo prolonga la vida útil de materiales valiosos, sino que también proporciona una alternativa más sostenible para abordar los desafíos que surgen al desmantelar estas infraestructuras.
Grandes desafíos, grandes resultados
Por supuesto que convertir un aerogenerador en una vivienda fue un desafío enorme, ya que se vieron obligados a trabajar en un área muy reducida y al mismo tiempo cumplir con las normativas de construcción. Pero a pesar de estas limitaciones, el resultado final es un hogar compacto y acogedor que establece un nuevo estándar para la vida sostenible en espacios reducidos.
¡Y por si fuera poco! La casa también se amuebló utilizando muebles de producción sostenible y de segunda mano, incluida una mesa que está hecha con material de una pala de aerogenerador reciclada.
Un ejemplo digno de seguir
Esta maravillosa construcción, nos demuestra que si es posible reutilizar los materiales de los aerogeneradores y al mismo tiempo nos muestra que la construcción de viviendas también puede ser sostenible.
De hecho, este tipo de construcciones deberían ser replicadas en más lugares del mundo. Jos de Krieger, socio de Superuse apoya esta idea y considera que la construcción tiene un potencial de escalabilidad significativo. “Miles de turbinas similares están esperando ser desmanteladas en todo el mundo. Este proyecto demuestra el inmenso potencial de reutilizar estas estructuras y crear comunidades sostenibles”.
Así, este tipo de avances nos acercan cada vez más a la transición energética, demostrando que incluso los “residuos” de las tecnologías renovables, pueden transformarse en un recurso y que la construcción también puede ser respetuosa con nuestro planeta y otra prueba de ello son las 6 megaestructuras más sostenibles del mundo.