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domingo, abril 2, 2023

Navantia es la empresa élite en buques militares y submarinos de nueva generación

El principal cliente de Navantia es la Armada Española, para la que ha construido más de una docena de barcos en los últimos años, aunque la firma tiene contratos con marinas de otros países como India, Venezuela y Australia.

El consejero delegado de la compañía, Luis Cacho, dice que ‘un buque de guerra no es sólo una plataforma, sino que, además, es también un sistema de combate, de mando y de control’. Navantia fabrica todo esto con el objetivo de atender las necesidades de los ejércitos de tierra, del aire pero, sobre todo, del mar.

El principal cliente de Navantia es la Armada Española, para la que ha construido más de una docena de barcos en los últimos años, aunque la firma tiene contratos con marinas de otros países como India, Venezuela y Australia. ‘El modelo español es el que queremos extrapolar y desarrollar con otras marinas del mundo, basado en la confianza y colaboración con los ejércitos’, comenta Luis Cacho.

La compañía de construcción naval tiene varios productos estrella que han dejado huella en el ámbito militar. Uno de ellos es la Fragata F-100 cuyo diseño es un reto, pues se trata de un buque del estilo de una fragata con el más avanzado sistema de combate del mundo, el Aegis, que sólo estaba en servicio en buques americanos del tamaño de un crucero.

El sistema de combate Aegis permite detectar, fijar y seguir un objetivo, a través del radar SPY-1D, y ofrece una elevada capacidad de combate, permitiendo integrar armas y sensores. La fragata F-100 ha sido diseñada para operaciones antiaéreas, pero también sirve en acciones antisubmarinas y antisuperficie.

Navantia ha entregado cuatro fragatas F-100 a la Armada Española, se está construyendo la quinta y se espera completar la serie con una sexta, que todavía no está aprobada. La capacidad de estas fragatas la convierte en una valiosa herramienta al servicio de la defensa, tanto en operaciones convencionales, como en misiones de paz, ayuda humanitaria o imposición de resoluciones de la ONU. ‘Las pruebas a las que estas fragatas se han sometido en territorio norteamericano, han resultado siempre satisfactorias, llegando a convertirse en la fragata más sofisticada del mundo’, afirma Cacho.

Aprovechando la experiencia de la empresa en la construcción de la F-100 para la Armada Española, la Marina de Noruega encargó cinco fragatas F-310, de menor capacidad que las F-100, pero igualmente equipadas con el sistema de combate Aegis, y con una serie de requisitos específicos para poder operar en las gélidas aguas del norte.

Las F-310 están diseñadas básicamente para llevar a cabo misiones de guerra antisubmarina, pero también pueden realizar operaciones antiaéreas y antisuperficie, además de cubrir misiones en tiempo de paz.

EL SUBMARINO MAS MODERNO

El S-80 es el submarino “más sofisticado del mundo”, sostiene el consejero delegado de la compañía. Dotado de un sistema AIP, de propulsión independiente del aire, puede permanecer sumergido más tiempo que cualquier otro submarino convencional, y por tanto, ser menos detectable. Está capacitado para realizar operaciones antisubmarinas y antisuperficie, pero también puede ejecutar acciones de proyección para ataque a tierra, puesta de minas y otras operaciones especiales. Para ello, cuenta con misiles de crucero de largo alcance, torpedos pesados, misiles antisuperficie y minas. Su sistema de combate es también uno de los más modernos del mundo.

Su origen hay que fecharlo en enero de 1888. Entonces, el inventor del submarino, D. Isaac Peral y Caballero, contemplaba la puesta de quilla del primer torpedero con propulsión eléctrica del mundo, de diseño íntegramente español, en el Arsenal de La Carraca (Cádiz, sur de España). Nada hacía presagiar en aquel momento que este invento habría puesto a España en la élite de la ingeniería naval.

Tuvo que pasar más de un siglo de estudio e investigación en defensa militar hasta dar por concluida la Definición del Proyecto del Submarino S-80. En 2001, Navantia, denominada Izar, presentó como diseño único un submarino de 2.000 toneladas de desplazamiento, un diámetro del casco resistente de 6,6 metros y un sistema de generación de energía aeróbica convencional (generadores diésel + baterías) que cumplía los requisitos de la Armada Española.

Durante los dos años siguientes, este submarino S-80, se redimensionó pasando a desplazar 2.400 toneladas. Se evaluaron las alternativas para dotarlo con un sistema de generación de energía independiente del aire (AIP) y se analizaron los suministradores de un programa de combate, capaz de integrar el lanzamiento de misiles de ataque a tierra.

La orden de ejecución para la construcción de cuatro submarinos S-80 se firmó en 2004 y supuso el pistoletazo de salida de Navantia, empresa que pronto se convirtió en referente mundial.

La compañía, en colaboración con firmas como QinetiQ, Avio, Nevesbu, BAE Systems, Gamesa o Calzoni, ha levantado una plataforma con un diseño propio del casco resistente en la que ha integrado sistemas de última generación, con alta capacidad de maniobra para navegar en aguas oceánicas y en litorales.

Además, Navantia, junto a sus socios tecnológicos UTC Power y Hynergreen, ha sido capaz de crear en este submarino un sistema de generación eléctrica independiente del aire (AIP), con pilas de combustibles alimentadas a partir de un reformador de bioetanol, único en el mundo, que proporciona más de 300 kW de potencia. El bioetanol presenta varias ventajas frente a los hidruros utilizados en otros sistemas AIP, como son una mayor seguridad operativa y un mejor aprovechamiento del combustible.

Navantia-FABA ha dotado al S-80 de la capacidad para el lanzamiento de misiles de ataque a tierra, convirtiéndolo en el primer submarino convencional del mundo con tecnología suficiente para poder realizar el lanzamiento de misiles ‘Tomahawk’, pero también otro tipo de armas (torpedos, misiles o minas).

A día de hoy, el primer submarino de la serie S-81 ya se encuentra construido al 50% en el Astillero de Cartagena (Murcia) que tiene la empresa. El submarino ha despertado el interés de países como Australia, Canadá, Noruega y la India.

“Aunque Navantia ha evolucionado gracias a la colaboración con la Armada Española, la internacionalización es un elemento clave para la viabilidad de la empresa”, sostiene Luis Cacho. De hecho, la mitad de las ventas de la firma proceden de las exportaciones.

Muchos países reparan en su tecnología. Turquía tiene interés en cuatro fragatas, Brasil pide a Navantia que diseñe y transfiera su tecnología para construir 11 buques (cinco fragatas, cinco patrulleros y un BAC).

Venezuela presenta una oferta para construir dos patrulleros adicionales a los que actualmente están siendo fabricados, mientras que Australia prepara ofertas para 12 submarinos tipo S-80, dos buques logísticos, seis lanchas pesadas y 20 buques más del tipo cazaminas, patrulleros e hidrográficos. En India, saldrá este año un concurso para el diseño y transferencia de tecnología de 4 LHD, para el cual Navantia presentará un diseño similar al buque Juan Carlos I, y un concurso más para construir seis submarinos, al cual optará con el modelo S-80.

Países como Qatar, Arabia Saudí, Canadá o Sudáfrica han mostrado interés por productos de Navantia, mientras que Noruega, para el que ha construido cinco fragatas recientemente, sigue siendo un mercado muy atractivo para la empresa española.

Otros buques de Navantia que despiertan la atención de los ejércitos son los de acción marítima y de aprovisionamiento de combate. El primero es una nave de tamaño moderado, y alto nivel de habitabilidad y permanencia en el mar. Sus aplicaciones se dirigen a operaciones de control en escenarios de baja intensidad, protección y escolta, ayuda humanitaria y de salvamento en casos de desastres, operaciones de narcotráfico y tráfico humano, y vigilancia medioambiental y anti-contaminación.

Para ello, el buque de acción marítima dispone de una gran autonomía, que le permite cubrir un amplio radio de acción y una alta velocidad. Además, su cubierta de vuelo es apta para operar con helicópteros de tamaño medio; cuenta con un hangar fijo, y una zona que permite proporcionar apoyo médico de primeros auxilios y posterior evacuación médica.

Con respecto al buque de aprovisionamiento en combate, hay que destacar su capacidad de abastecer combustibles líquidos (diesel y JP5), agua y sólidos (víveres, municiones y repuestos y pertrechos) a un grupo de combate, pudiendo servir de apoyo a expediciones combinadas del Ejército de Tierra y la Armada. Este buque puede emplearse, además, en misiones de paz y de ayuda en zonas catastróficas ya que tiene capacidad para la evacuación de civiles. Incluso, puede colaborar en la lucha contra la contaminación en el mar

QUIMIQUEROS DE ÉLITE

Otra de las empresas española con gran tradición naval es Factorías Vulcano. Situada en la provincia de Pontevedra (noroeste del país), se coloca entre las principales compañías manufactureras en España por volumen de ventas, con un importe de casi 1.000 millones de euros en el periodo 2005-2011. Se trata, además, de uno de los astilleros más importantes especializado en nuevas construcciones, “con la última tecnología demandada por los armadores y mercados más exigentes del mundo”, dice su director general financiero, José Domínguez.

Desde 1991, prácticamente toda la producción de Factorías Vulcano se ha orientado a la exportación, y “desde 1999 mantenemos una destacada especialización como fabricante de buques quimiqueros”, añade Domínguez. Los quimiqueros son similares a la familia de los buques tanque petroleros pero se dedican al transporte de productos químicos (fenol, amoniaco, gasolina y demás derivados). Son navíos de un elevado coste por sus exigencias constructivas ya que se componen de doble casco, tanques de acero inoxidable, o sofisticados sistemas de pintura.

Más recientemente, Factorías Vulcano ha dirigido su actividad hacia buques del mercado offshore, es decir, las naves destinadas a la prospección y la explotación de hidrocarburos en alta mar, fundamentalmente para el mercado noruego. “Iniciamos la actividad con un cementero de 2.169 GT para España y hemos pasado a construir en los últimos años una serie de quimiqueros de 19.994 GT para Rusia; también construimos tres sofisticados sísmicos 3D para Noruega. En total, hemos entregado 36 buques de este tipo”, contabiliza Domínguez. El ritmo medio de entregas de estos últimos 20 años ha ascendido a 1,8 buques al año.

Si bien los inicios empresariales datan de 1919, Factorías Vulcano comienza como astillero de nuevas construcciones en 1940. En línea con la mayor parte de empresas europeas, y a raíz de las crisis del sector de los años 80, fue reorientando su actividad hacia el modelo de astillero de síntesis. Partiendo de un ambicioso plan de inversiones, ejecutadas entre 1991 y 2008, la firma realizó una notable modernización de todos los medios productivos, ampliando su capacidad en geometría de las construcciones, lo que le ha permitido entrar en los mercados y productos más exigentes.

En 2004, Factorías Vulcano entrega al armador noruego Boa Group el buque Offshore, C485 ‘Boa Deep C’. Esta nave se diferencia del resto del mercado por múltiples ventajas. La primera, es que se trata del único buque para construcción offshore en el mundo que incorpora la cota de clase CLEAN, respetuosa con el medio ambiente durante la construcción y funcionamiento del buque. Además, es el primer navío que incorpora la cota de clase DP3, o lo que es lo mismo, un sistema dinámico que mantiene la posición del buque incluso en caso de incendio e inundación en condiciones climatológicas adversas.

Factorías Vulcano es pionera también en la propulsión híbrida (motor diesel y motor eléctrico de apoyo) que posee este buque Offshore y en la instalación de un sistema hidroacústico HIPAP (dispositivo sonda hidroacústica para posicionamiento dinámico). La nave cuenta con un submarino de operación de control remoto que opera hasta en 3.000 metros de profundidad y con un sistema innovador de compensación de balanceo y corrección de escora.

Otro de sus buques estrella es el Construcción 521 ‘Boa Sub B C’, que Factorías Vulcano entrega a Boa Group en 2007. Y es innovador porque incluye en él la mayor grúa articulada (400 toneladas) instalada entonces en buques de todo el mundo. Además, es pionero en incorporar la cota de clase NAUTOSV del Det Norske Veritas que incluye la visibilidad de 360º en el puente de gobierno y disposición ergonómica en los equipos de navegación.

También el buque de carga Construcción 489 ‘Vicuna’ que entregó la compañía española al armador chileno Ultragás Group en 2008, incorpora los requisitos más exigentes en la construcción y garantiza más de 30 años de vida del buque. El navío utiliza materiales en los tanques de carga de acero inoxidable (Duplex), de la más alta calidad existente e incorpora sistemas de carga y descarga simultánea de hasta 28 productos químicos diferentes.

NAVÍOS CON ROMPEHIELOS

La prestigiosa revista ‘Maritime Report and Engineering’ habla del buque quimiquero de Factorías Vulcano, el C 508, 509 y 510, que entregó la empresa española al armador ruso Rosneft Oil en 2008: “Este quimiquero se diseñó para navegar en condiciones extremas e incluso con hielos de espesor de un metro ya que dispone de un potente rompehielos en su proa”. El navío cuenta con un sistema de deshielo tanto para las zonas principales del buque como para las partes destinadas al salvamento.

Los navíos sísmicos de Factorías Vulcano constituyen también un referente en el mercado internacional. Estos barcos se utilizan únicamente con fines de prospección sísmica en alta mar y los océanos. Se destinan a la investigación con el propósito de localizar el área mejor para la extracción de petróleo en medio del océano.

En concreto, los dos buques 3D Seismic Vessel C 532, 534 entregados a Noruega en 2011, fueron reconocidos por el Colegio de Ingenieros Navales de España por varias razones, pero sobre todo, porque son barcos pioneros en ahorro de combustible en sus fases operativas, debido a su diseño de formas hidrodinámicas y a la configuración de la planta propulsora a través de su sistema padre-hijo. Domínguez explica este sistema. “Cada nave lleva instaladas dos líneas de ejes accionadas por reductoras. A cada reductora se le acoplan dos motores del mismo tipo pero con distinto número de cilindros, de modo que uno tiene un 50% de potencia más que el otro. Gracias a la disparidad de tamaño de los motores principales, se logra que el consumo de combustible sea el adecuado. Además, al contar con cajas reductoras de doble velocidad, hace posible que las hélices giren a menores revoluciones durante la operación sísmica con los streamers y a mayores revoluciones durante navegación libre, obteniendo un incremento de tiro y velocidad, con igual potencia consumida. Todo esto coloca al ‘3D Seismic Vessel’ en una posición de ventaja en comparación con buques similares”, destaca Domínguez.

Esta rápida evolución en buques refleja la capacidad de Factorías Vulcano para adaptarse a todo tipo de armadores. Cabe destacar que dos sus construcciones, la C-485 “Boa Deep C” y C-521 “Boa Sub C”, ambos Offshore Construction Vessel entregados a la compañía noruega Boa Offshore en 2004 y 2007, respectivamente, tuvieron un destacado protagonismo en los trabajos para eliminar el vertido de petróleo causado por la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México, en abril de 2010. “Fueron dos de los cinco buques que estuvieron en primera línea en tan complicada tarea”, comenta Domínguez.

http://www.madrimasd.org/ – innovaticias.com

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