“Hablar con ellos hoy, evitará un mal trago mañana”, con este slogan el Ministerio de Sanidad del gobierno español lanzaba su campaña en 2011
La pediatra Esther Martín escribe en Inspira sobre lo que supone la ingesta de bebidas alcohólicas por parte de adolescentes y cómo podemos prevenirla.
Segunda entrega de la serie Alcohol y salud infantil en la que se analiza en Inspira los efectos de la ingesta de esta sustancia sobre la salud de los niños y niñas.
¿Es tan grave el problema del consumo de alcohol entre los jóvenes?
“Hablar con ellos hoy, evitará un mal trago mañana”, con este slogan el Ministerio de Sanidad del gobierno español lanzaba su campaña en 2011 con el objetivo de concienciar a la población sobre los potenciales daños que el alcohol tiene sobre la salud de nuestros jóvenes. Sin embargo, y a pesar de estos y otros esfuerzos gubernamentales, el consumo de alcohol en el estado español se mantiene a lo largo de los últimos años.
En la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), desarrollada entre 1995-2009, se observó que la prevalencia de consumo en 2009 fue superior en el grupo de jóvenes de 15 a 34 años (80,1%) que en el de 35 a 64 años (77,7%). Estas diferencias a favor del grupo de menor edad se hicieron más notables cuando se analizó el patrón de consumo.
Los tipos de consumo entre los jóvenes son principalmente de tipo intensivo: la intoxicación aguda y el “binge drinking” o “en atracón”. El consumo “en atracón” se define como un patrón de consumo de cinco o más bebidas (cuatro en el caso de las mujeres) en una misma ocasión2. En 2009, 35 de cada 100 jóvenes consumían alcohol hasta emborracharse (frente a 15 de cada 100 personas de más edad), lo que supone un aumento de 4 puntos porcentuales con respecto a los datos de 2007, mientras que 22 de cada 100 consumía alcohol “en atracón” o durante los fines de semana (binge drinking).
Y es que el inicio en el consumo del alcohol es precoz en España. Según este estudio, la edad media de iniciación al consumo de alcohol fue, en 2009, de 16,7 años, prácticamente igual a la registrada en los últimos 6 años, siendo algo más temprana en hombres (15,9 años) que mujeres (17,6 años). A estos datos preocupantes se añaden dos circunstancias observadas por este trabajo en 2009: el adelanto en la edad de inicio de consumo de alcohol en mujeres y que sean las bebidas destiladas (combinados/cubatas) los principales tipos de bebidas cuando hablamos de consumo de fin de semana.
¿Por qué consumen alcohol los jóvenes? Factores que influyen en el consumo del alcohol
En 2004, se realizó una encuesta entre jóvenes con el objetivo de conocer cuáles eran los motivos por los que consumían alcohol. Las razones que dieron aparecen, de mayor a menor frecuencia, en la siguiente tabla:
Porque me gusta su sabor Para divertirme, por placer Para sentir emociones nuevas Para olvidar los problemas personales Para olvidar mi timidez y relacionarme mejor Para ligar Por aburrimiento o falta de otras opciones para ocupar el tiempo libre Para olvidar los problemas familiares Para hacer lo mismo que hacen mis amigos Porque a veces me encuentro mal (nervios, dificultades para dormir) Porque me lo prohíben mis padres Fuente: Encuesta ESTUDES, 2004, DGPNSD
¿Cuáles son las consecuencias del consumo de alcohol durante la adolescencia?
La adolescencia es una etapa de máxima vulnerabilidad, en la que el desarrollo neurológico no se ha completado y el alcohol incide negativamente en el mismo. Ya hemos visto en otros capítulos que son múltiples los efectos nocivos que el consumo de alcohol tiene sobre nuestra salud. Pero además de esos efectos directos, el consumo de alcohol conlleva una serie de problemas asociados y que de forma característica aparecen durante la adolescencia.
Algunos de estos problemas son los siguientes:
>> Accidentes de tráfico/trabajo. La causa de muerte más frecuente entre los 16 y 24 años es el accidente de tráfico con intoxicación alcohólica del conductor y a veces también de los acompañantes.
>> Fracaso escolar.
>> Iniciación en el consumo de otras sustancias tóxicas. El consumo de alcohol en los adolescentes conlleva, en muchos casos, la iniciación al consumo de otras sustancias perjudiciales como el tabaco, hachís, marihuana, cocaína, heroína y drogas sintéticas.
>> Problemas familiares y de comunicación.
>> Sexo sin protección. La euforia que produce el alcohol, puede llevar a los jóvenes a practicar sexo sin la debida protección, dando lugar a embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual o incluso a la adquisición de enfermedades como el SIDA.
>> Violencia.
>> Adicción al alcohol. Aproximadamente el 10% de los bebedores de alcohol desarrollan adicción al alcohol.
>> Problemas asociados a la resaca: cefalea, diarrea, anorexia, temblor, fatiga, naúseas, alteraciones cognitivas, visuoespaciales, hemodinámicas, hormonales y disminución de la actividad ocupacional, que aparecen tras el consumo y metabolización completa del alcohol con graves repercusiones sobre el funcionamiento para las tareas diarias y de las responsabilidades.
¿Qué medidas de prevención en el consumo de alcohol se están llevando a cabo a nivel internacional? ¿Cómo podemos ayudar?
En 2006 la Organización Mundial de la salud planteó la “Carta Europea sobre el Alcohol”, un decálogo de estrategias de actuación frente al consumo de alcohol. Algunos países han aplicado con éxito estas directrices, lo que demuestra que se pueden lograr beneficios sanitarios y económicos significativos con estas medidas adaptándolas a las diferentes culturas y diferentes entornos sociales, legales y económicos de cada país. Puedes leer aquí estas diez estrategias.
Pero, ¿y a nivel individual? ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para ayudar a prevenir el consumo de alcohol entre los adolescentes? Se han propuesto diferentes estrategias según diferentes niveles de actuación:
a) A nivel educativo y comunitario, modificando la percepción de normalidad del consumo y evitando actitudes que lo potencien.
b) A nivel familiar, fomentar entre los jóvenes el desarrollo de habilidades y recursos personales, mejorar la comunicación y potenciar el desarrollo de la autoestima y la autonomía.
Y por último podemos ayudar evitando nuestro propio consumo de alcohol y asociar esta sustancia con eventos festivos y de celebración. No olvidemos que una de las razones que lleva a los jóvenes a iniciarse en el consumo del alcohol es la necesidad de sentirse “mayores” y una de las principales razones que les lleva a mantener dicho consumo es “para divertirse”. Está en nuestras manos cambiarlo, ¿por qué no intentarlo?
Leer en Inspira el artículo completo.
En la imagen: Cartel de la campaña “Hablar con ellos hoy, evitará un mal trago mañana”, Ministerio de Sanidad.