Se tiende a cambiar al presentador tradicional por otro 2.0, dinamizar los programas y crear proximidad con y entre la audiencia.
La televisión convencional se extingue, la televisión que conocemos hoy en día está evolucionando y cada vez más está influenciada por el fenómeno de “televisión social”, donde las opiniones de los espectadores cobran una gran importancia.
Se tiende a cambiar al presentador tradicional por otro 2.0, dinamizar los programas y crear proximidad con y entre la audiencia. Es decir, conseguir unos espectadores más activos y participativos en los contenidos audiovisuales.
“La televisión social es una manera de mantener el modelo de prime time. La TV social va a cambiar radicalmente los sistemas y planes de producción”, afirma María José Arrojo, profesora de la Universidad de A Coruña y una de las invitadas a este I Congreso. “El usuario quiere interactuar. El objetivo es crear comunidades entorno a un contenido”, tal y como apunta la profesora Arrojo.
Es evidente que se está produciendo una explosión tecnológica. “La audiencia tradicional de las televisiones está cada vez más envejecida”, según Jorge Gallardo Camacho, periodista de Antena 3 TV.
“Es el comienzo de una nueva era, con un presentador de pantallas”, recalca Gallardo, quien añade que el presentador que sale en televisión provoca influencia en las redes sociales. “Los seguidores de un presentador, cuando éste deja de salir en los medios, deben quedarse en la propia cadena, en la marca”, insiste el profesor. En esta nueva era, las reglas no están inventadas, hay un largo camino por recorrer.
Los efectos del fenómeno de la televisión social son claros. Por un lado está el rejuvenecimiento del target en las redes sociales y por otro, la oportunidad de negocio que eso supone para la publicidad, uno de los sectores que mantiene y se retroalimenta del negocio de la televisión. De aquí surge el interés de las televisiones.
Por su parte, Erika Fernández, profesora de comunicación de UNIR, cree que es el momento de enganchar al espectador. “Las televisiones tienen que cautivar a la audiencia. Es decir, no se trata de que la cadena emita solo información corporativa sino tiene que ofrecer un valor añadido, crear valor para el usuario. Antena 3 lo hace también con la aplicación del móvil ANT 3.0, no solo en Twitter.
Estamos ante un momento clave del desarrollo de la televisión del futuro.