Construir tus propios moldes de magdalenas, tus tazas para el té o tus juguetes será posible de la mano de M3D, fundada por David Jones y Michael Armani.

El negocio de las impresoras 3D comienza a enfocarse en el consumidor y en su día a día. La impresora Micro 3D, también conocida como M3D, quiere convertirse en la primera impresora de consumo que sea a la vez accesible, asequible, intuitiva y agradable a la vista. El precio del producto parte de los 299 dólares, pero sólo durante un tiempo limitado, según explican sus responsables.

Construir tus propios moldes de magdalenas, tus tazas para el té o tus juguetes será posible de la mano de M3D, fundada por David Jones y Michael Armani. La compañía ha lanzado hoy una campaña de ‘crowdfunding’ en la plataforma Kickstarter, que estará abierta hasta el 7 de mayo, con el objetivo de recaudar 50.000 dólares -a esta hora ya superan los 270.000- para poder comprar las piezas de gran volumen de las impresoras 3D y dar así el último paso producirlas a gran escala.

Los tres principios sobre los que se ha diseñado la Micro 3D, según sus responsables, son: la fiabilidad, la consistencia y la accesibilidad. Cuenta además con la llamada Micro Motion Technology, un sistema de nivelación y calibración automática que permite que «la impresora funcione incluso después de horas de uso». «La impresora Micro 3D no es solo una herramienta útil sino que hace que la impresión en 3D sea una experiencia agradable para todas las personas, todos los días», aseguran.

Recalcan además que es muy intuitiva, simple y fácil de usar. Aseguran que «se puede usar nada más sacarla de la caja. Es perfecta para principiantes y expertos por igual» y reivindican 15 innovaciones que trae de la mano, entre ellas que es la impresora 3D que hace un uso más eficiente del espacio, que es silenciosa o que consume menos energía en comparación con otros productos de su clase.

Han buscado que el software sea «divertido y futurista, como la propia impresora» con una interfaz «minimalista y fácil de usar». «Permite ‘navegar’ por un sinfín de objetos y organizar los modelos 3D descargados en una biblioteca fácil de consultar. Solo tienes que elegir un modelo, arrastrarlo a la impresora, ajustarlo si es necesario y pulsar ‘imprimir’. El software no debe ser una barrera para la impresión 3D», explican.

La Micro 3D, disponible en cinco colores diferentes, acepta PLA y plástico ABS, así como carretes de filamento propios de la compañía o carretes de filamento de 1,75mm. Pesa un kilo, tiene una resolución de la capa de impresión de entre 50 y 350 micas y unas dimensiones de impresión de 116x109x113mm.

La compañía explica que desde hace un año se ha estado preparando para este momento con la compra de piezas a más de 100 fabricantes. Con el lanzamiento de la campaña en Kickstarter, que ha superado con creces sus objetivos iniciales de recaudación, esperan que la cadena de montaje esté funcionando sin problemas en agosto o septiembre de este año y que las primeras impresoras les lleguen a los que ya las han encargado a través de la plataforma de ‘crowdfunding’ para marzo de 2015.