Investigadores oncológicos del Instituto de Oncología Vall dHebron de Cataluña, han descubierto una de las terapias más efectivas en la lucha contra el cáncer.
Un grupo de investigadores oncológicos pertenecientes al Instituto de Oncología Vall d’Hebron de Cataluña, ha descubierto una de las terapias más efectivas en la lucha contra el cáncer. Concretamente, han averiguado que uno de los medicamentos que actualmente se utilizaba en el tratamiento de la leucemia y el linfoma, también es realmente efectivo para combatir el cáncer de páncreas, uno de los más temidos y más agresivos para el cuerpo humano.
Se trata del fármaco “Ibrutinib”, un remedio que puede haber abierto la puerta a un nuevo enfoque terapéutico dentro de la medicina moderna. O al menos esto es lo que piensa una de las investigadoras del estudio, Laura Soucek, quien ha destacado que este nuevo tratamiento podrá reducir hasta en un 95% la mortalidad por este tipo de cáncer.
“Los primeros cinco años serán clave para atajar el desarrollo de la enfermedad, con este medicamento hemos dado un nuevo paso en la investigación oncológica, y servirá como precedente para el estudio de otras enfermedades patológicas”, ha explicado la investigadora.
El cáncer de páncreas, a pesar de que no presenta una alta incidencia en la población, sí presenta una alta tasa de mortalidad debido a su agresividad y resistencia. Un “asesino silencioso” que no da síntomas y no se detecta hasta que ya sea muy avanzado y casi siempre ya metastásico. En España cada año mueren alrededor de 5.000 personas aquejadas por esta enfermedad.
Al estar rodeado por una dura coraza, el tumor resiste más que otros cualquier tipo de tratamiento de quimioterapia, de ahí la dificultad de curación. Con la nueva fórmula se podrá acabar con esas defensas, haciendo que los medicamentos penetren con mayor efectividad en las células malignas, incrementando la supervivencia y retrasando el crecimiento tumoral.
En este sentido, una de las mayores ventajas que ofrece “Ibrutinib” es que no requiere de validación previa, puesto que ya se está utilizando para atajar otro tipo de patologías. Por este motivo, y después de haberse probado con éxito en ratones, se procederá a demostrar su eficacia en humanos a la mayor brevedad posible.
Además, otro de sus puntos fuertes es que se incrementará la eficacia de los actuales tratamientos, que hasta ahora no podían atacar directamente la enfermedad –sobre todo la quimioterapia-, lo que abrirá un nuevo camino a la hora de tratar a todos aquellos pacientes que actualmente tienen escasas esperanzas de curación.
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