Su diseño, similar al de un sistema de turbinas, mantiene los motores ocultos dentro de tubos y bajo rejillas, de modo que es prácticamente imposible resultar herido.
Hace algunas semanas conocíamos a Lily, el dron que nos librará definitivamente de los molestos palos de selfies. Una pequeña compañía acaba de presentar a su primo hermano, Nano Tornado, otro vehículo aéreo por radiocontrol con posibilidad de integrar una cámara de pequeño tamaño y que, a diferencia del resto de drones, no tiene sus hélices expuestas, con lo que se puede tocar y empujar con total tranquilidad mientras se encuentra en el aire.
El proyecto del dron más seguro del mercado corre a cargo de la start up Polyhelo, y busca financiación a través la plataforma IndieGogo. Su objetivo es precisamente ese: ofrecer un dron sofisticado pero de estructura compacta, que elimine el riesgo de cortarse con el movimiento de las hélices. Su diseño, similar al de un sistema de turbinas, mantiene los motores ocultos dentro de tubos y bajo rejillas, de modo que es prácticamente imposible resultar herido.
Su inofensivo diseño hace posible además que, para echarlo a volar, baste con lanzarlo al aire con la mano. Una vez suspendido en el aire, podremos tocarlo y empujarlo sin miedo a derribarlo, ya que dispone de un sistema de balanceo que lo equilibra incluso ante fuertes ráfagas de viento. A diferencia de Lily, no es compatible con smartphones, sino que se controla con un mando convencional.
Cuenta también con una batería extraíble de fácil recambio, con lo que tiene todas las papeletas para convertirse en la mascota robótica de tus hijos.
EP – INNOVAticias