n grupo de investigadores andaluces han realizado un estudio para, mediante el uso de herramientas derivadas de la nanociencia, mejorar las propiedades de moléculas con interés biológico.
La imagen mediante resonancia magnética (MRI) es una tecnología útil para la detección temprana de una amplia variedad de enfermedades que van desde el cáncer a las enfermedades cardiovasculares o degenerativas, ya que presenta un buen contraste anatómico y un razonable contraste funcional y molecular sin utilizar elementos radioactivos.
Un grupo de investigadores del Centro Andaluz de Nanomedicina y Biotecnología (BIONAND) en colaboración con el Instituto de Nanociencias de Aragón y la Universidad de Sevilla en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER) han realizado un estudio para, mediante el uso de herramientas derivadas de la nanociencia, mejorar las propiedades de moléculas con interés biológico. La nanotecnología permite mediante el desarrollo de nuevos agentes de contraste nanoestructurados pasar de una imagen por MRI convencional con escasa especificidad y escala mili/micro-métrica a una imagen molecular a escala nanométrica y de elevada especificidad.
David Pozo, profesor de la Universidad de Sevilla y uno de los integrantes del estudio, ha declarado que “el objetivo último es poder realizar un diagnóstico de las enfermedades a nivel molecular, antes de que aparezcan los síntomas, pasando de la escala micro a la nano, e idealmente con un control individualizado de las moléculas”. Gracias a este estudio los investigadores han confirmado que las nanopartículas de ferrita de manganeso de entre 6 y 14 nanómetros de tamaño presentan un excelente perfil de biocompatibilidad y elevados periodos de circulación en sangre de hasta 24 horas. Este hecho juntocon los valores altos de relajatividad las hacen unas excelentes candidatas en aplicaciones de imagen molecular por MRI.
El investigador ha afirmado que “es fundamental tener una clara orientación biológica para poder tener métodos de síntesis robustos y fácilmente escalables a costes reducidos, sin perder las nuevas propiedades asociadas a la nanoestructuración a campos magnéticos clínicos, no experimentales, con el fin de que los resultados puedan ser trasladables a la práctica médica”.
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